(ZENIT Noticias / Puerto Príncipe, 28.07.2024).- Un sacerdote en Haití ha descrito cómo el clero, dedicado a ayudar a personas en necesidad desesperada, está siendo atacado por pandillas por denunciar injusticias.
Muchas parroquias se han visto obligadas a cerrar y trabajadores de la Iglesia han sido secuestrados mientras el 80 por ciento de la capital de Haití, Puerto Príncipe, está gobernada por bandas criminales, dijo el padre Baudelarie Martial a la organización benéfica católica Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN).
El sacerdote haitiano de la Congregación de la Santa Cruz afirmó: “La situación en Puerto Príncipe es inaceptable, intolerable e inconcebible. Vivimos en condiciones muy precarias. La gente pasa hambre y hay escasez de medicamentos”.
El padre Marcial añadió que parece haber “una campaña organizada contra la Iglesia porque hemos visto a muchos sacerdotes y religiosos caer víctimas de estas bandas”. Explicó: “Muchas diócesis y comunidades han sufrido robos y agresiones. Así es como presionan a la Iglesia para que guarde silencio, pero nuestra misión profética nos exige denunciar lo que está mal”.
Agregó: “Sabemos que es una posición arriesgada, pero esa es nuestra cruz y la aceptamos. Como Iglesia debemos tener la fe y la fuerza para acompañar al pueblo y a todos aquellos que sufren, y seguiremos haciéndolo, incluso a riesgo de nuestras propias vidas”.
El padre Marcial destacó que “la fe de la gente sigue viva” y grandes multitudes asisten a misa “a pesar del peligro” en las parroquias que permanecen abiertas. Agregó que la Iglesia también está “ofreciendo apoyo pastoral en línea”.
Subrayó: “Como pastores de nuestro pueblo, tratamos de mantener viva la esperanza… Afortunadamente, la Iglesia está ahí para apoyar al pueblo. Algunas personas quedan traumatizadas y han sufrido lesiones o abusos graves, pero, a medida que pasa el tiempo, el impacto disminuye”. Agregó que la Iglesia “no puede rendirse… tenemos que seguir adelante y dar esperanza”.
Reflexionando sobre su vocación, el Padre Marcial dijo: “Como sacerdote, mi papel es dar testimonio. Esta crisis es también una oportunidad para amar y apoyar, especialmente a los que enfrentan dificultades y a los necesitados”.
Concluyó expresando su agradecimiento a los benefactores de ACN: “Gracias a vuestra ayuda, la Iglesia haitiana puede seguir desempeñando su papel profético. Gracias de corazón, porque sin ACN la calamidad en Haití sería aún peor y sin el apoyo de la organización la situación de los seminaristas sería aún más oscura. Un millón de gracias.”
ACN financió 55 proyectos en Haití por un valor de 700.000 libras esterlinas (828.000 euros) en 2023. La asistencia de la organización benéfica incluyó apoyo para la formación de seminaristas, estipendios para misas y ayuda de subsistencia y capacitación para órdenes religiosas.
Gracias por leer nuestros contenidos. Si deseas recibir el mail diario con las noticias de ZENIT puedes suscribirte gratuitamente a través de este enlace.