Desde el inicio del mandato de López Obrador en 2018, ha crecido la violencia contra los sacerdotes

Desde el inicio del mandato de López Obrador en 2018, ha crecido la violencia contra los sacerdotes Foto: La Teja

26 templos violentados y 800 sacerdotes extorsionados: saldo durante sexenio de López Obrador en México

Los Estados con más agresiones contra sacerdotes son Ciudad de México, Veracruz, Chihuahua, Michoacán, Estado de México, Baja California, Puebla y Tamaulipas, según los datos del Centro Católico Multimedia

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(ZENIT Noticias / Ciudad de México, 29.07.2024).- El Centro Católico Multimedia (CCM) contabilizó 1,400 inmuebles católicos que sufrieron robos menores, daños mayores en patrimonio y lesiones u homicidios en su interior durante el sexenio del presidente López Obrador.

Monseñor Rogelio Cabrera, arzobispo de Monterrey, declaró en 2020: “Basta con que nos descuidemos un poco en las iglesias para que alguien entre y robe”. Los robos buscan apropiarse de vasos sagrados o cálices, cuya gran mayoría no son de oro o plata, sino de alpaca o lámina recubierta.

Desde el inicio del mandato de López Obrador en 2018, ha crecido la violencia contra los sacerdotes según Omar Sotelo, director del CCM, reflejo de la agresividad generalizada en el país, también contra la Iglesia. Los homicidios de religiosos y las extorsiones muestran que “no sólo se refleja con los asesinatos, que ya van siete, sino que aumentaron las extorsiones contra sacerdotes. En el reporte que hicimos en 2021 contabilizamos 850 extorsiones y amenazas de muerte en toda la República Mexicana”.

Omar Sotelo anotó: “Los robos a templos católicos registraron promedio de 26 por semana durante 2021. Las agresiones contra sacerdotes han disminuido ante los sexenios anteriores. Parecería que la situación estaba calmada, pero no es así”.

El CCM contabiliza siete sacerdotes asesinados en el actual sexenio, como los homicidios de los jesuitas Javier Campos de 78 años y Joaquín Mora de 80 en el interior de la iglesia de la comunidad de Cherocahui, en Chihuahua. Durante el mandato de Enrique Peña Nieto, entre 2012 y 2018, fueron asesinados 24, pero el número menor no indica que las agresiones hayan bajado. “Incluso en Puebla, está el caso de un sacerdote secuestrado que quedó con secuelas porque lo quisieron ejecutar, aunque fallaron”, aclara Sotelo.

Los Estados con más agresiones contra sacerdotes son Ciudad de México, Veracruz, Chihuahua, Michoacán, Estado de México, Baja California, Puebla y Tamaulipas, según los datos del CCM: la cuarta parte del total aunque la violencia sea algo menor en el resto.

Explica Omar Sotelo que, “cuando se asesina a un sacerdote, no sólo se asesina a una persona: se asesina a toda una institución. El mensaje es que, si se puede asesinar a un sacerdote, se puede asesinar a cualquiera”.

El desempeño del sacerdote, sobre todo en comunidades pequeñas, hace que la violencia contra su persona refleje la inseguridad extendida en el país y afecte profundamente a la comunidad en la que vive. “El sacerdocio en México es un ente que sirve de estabilizador social. La parroquia no sólo ofrece los servicios espirituales, sino que, en muchos casos, son centros formativos, de educación, de defensa de los derechos humanos, de derechos a los migrantes, son centros de salud, albergues. El crimen organizado ha visto en las parroquias un competidor fuerte al que hay que eliminar y el crimen organizado, cuando ve que algo le estorba, lo elimina”.

Omar Sotelo concluyó en entrevista con Aleteia que México se mantiene como uno de los países más peligrosos para los sacerdotes.

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Rafael Manuel Tovar

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