(ZENIT Noticias / Wellington, 09.09.2024).- En un momento trascendental para la historia maorí, Ngā Wai hono i te pō, hija menor del rey Tūheitia, ha sido ungida como la nueva reina y líder de los Kīngitanga, en Nueva Zelanda. Con tan solo 27 años, Ngā Wai ha asumido el cargo como octava monarca maorí.
La coronación de Ngā Wai marca un hito no solo en la tradición política maorí, sino también en el ámbito espiritual. Su vínculo con la Iglesia Católica, establecido desde su niñez, añade una dimensión especial a su liderazgo. La joven reina fue bautizada y confirmada en la fe católica en un acto de profundo simbolismo, que unió a las diferentes tribus maoríes bajo una identidad religiosa compartida.
El bautismo de Ngā Wai, solicitado por su abuela, la difunta reina Te Arikinui Dame Te Atairangikaahu, fue un gesto destinado a unir los ríos de Waikato y Whanganui, tanto en un sentido literal como espiritual. Esta ceremonia tuvo lugar en el río Whanganui durante el Tira Hoe Waka, el anual viaje en canoa, y fue llevada a cabo por Pīhopa Tākuira Mariu SM, figura respetada por su ascendencia en Ngāti Tūwharetoa y su papel en la comunidad católica.
El bautismo de Ngā Wai fue más que un rito religioso, representó un puente entre el movimiento Kīngitanga y la Iglesia Católica, fortaleciendo lazos inter-tribales y entre religiones. Este acto fue también un testimonio de los esfuerzos continuos de los líderes maoríes por promover la paz y la cohesión entre las diferentes iwi y tradiciones en Nueva Zelanda.
Ngā Wai ha sido criada para el papel que hoy asume. Su padre, el rey Tūheitia, ha asegurado que su hija menor esté completamente preparada para liderar el movimiento Kīngitanga, un desafío que implica equilibrar las tradiciones ancestrales con las necesidades contemporáneas de los maoríes.
Shane Jones, parlamentario de Nueva Zelanda, ha elogiado el nombramiento de Ngā Wai, señalando que “será el rostro de la renovación”. Para Jones, la nueva reina no solo continuará el legado de sus predecesores, sino que también encarnará las esperanzas de la juventud maorí, inspirando a las nuevas generaciones a mantener vivas sus raíces culturales en un mundo en constante cambio.
La formación católica de Ngā Wai es un pilar fundamental en su vida y liderazgo. Tras su bautismo, su camino de fe continuó con la Confesión, Confirmación y Comunión, sacramentos que completaron su inmersión en la Iglesia Católica. La ceremonia de su Confirmación, celebrada en el Tūrangawaewae marae, estuvo cargada de significado. Durante el acto, el sol emergió de las nubes en un momento considerado por muchos como un tohu, una señal de bendición divina.
Este aspecto espiritual no solo refuerza su conexión con la fe, sino que también refleja el carácter inclusivo de su reinado, que busca unir diferentes creencias y comunidades bajo un mismo propósito: la preservación y el fortalecimiento de la cultura maorí.
¿Quiénes son los maoríes?
Los maoríes son una etnia polinesia que llegó a Nueva Zelanda entre los años 800 y 1300 desde islas como Rarotonga o Tongatapu. Aunque no son indígenas de Nueva Zelanda, son considerados sus primeros pobladores.
La sociedad maorí tradicional se organizaba en tribus llamadas iwi, compuestas por familias extendidas conocidas como whanau. Los maoríes son conocidos por su rica cultura, que incluye tradiciones como el haka (una danza ceremonial), el hangi (un método de cocina en horno subterráneo), y el ta moko (tatuajes tradicionales).
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