(ZENIT Noticias / Berlín, 18.10.2024).- El último Estudio Juvenil de Shell revela una realidad compleja entre los jóvenes de Alemania, marcada por una creciente desconfianza hacia la religión y un aumento en el temor hacia los conflictos bélicos. Sin embargo, no todo es pesimismo: la juventud también muestra un renovado interés por la política y una firmeza en sus valores, aunque cada vez más alejados de la religión
El temor a la guerra y la pobreza crece
Uno de los hallazgos más impactantes del informe es el aumento dramático en la preocupación por una posible guerra en Europa. En 2019, solo el 46% de los jóvenes alemanes temían este escenario; en 2024, esa cifra se disparó al 81%, reflejando una creciente incertidumbre global y la proximidad del conflicto en Ucrania. La amenaza de pobreza también ha ganado terreno, con un 67% de jóvenes expresando temor por su futuro económico.
La fe religiosa en declive
Un cambio profundo que destaca el estudio es la disminución constante de la importancia de la fe en Dios entre los jóvenes cristianos, especialmente entre los católicos. Mientras que en 2002 el 51% de los jóvenes católicos consideraba que la fe en Dios era fundamental en sus vidas, en 2024 solo el 38% lo cree. La tendencia es similar entre los jóvenes protestantes, reflejando una creciente desvinculación con las creencias tradicionales.
En contraste, la fe entre los jóvenes musulmanes sigue siendo sólida y está incluso en aumento. Para el 79% de los jóvenes musulmanes, la fe en Dios es crucial, y muchos de ellos la integran en su vida diaria a través de prácticas como la oración frecuente. Este contraste subraya un fenómeno de integración cultural y religiosa, mientras que la fe en las instituciones religiosas cristianas se debilita.
¿Crisis de identidad o evolución?
El estudio no solo muestra un alejamiento de la religión, sino también una creciente desconfianza hacia las instituciones religiosas. Los jóvenes alemanes confían más en el gobierno, la Unión Europea e incluso los bancos, que en las iglesias. Este cambio refleja una transformación en los valores de la juventud, que parece estar buscando respuestas en otros ámbitos, como la política o el activismo social.
A pesar de la pérdida de fe religiosa, los jóvenes alemanes están más comprometidos políticamente que en años anteriores. El 51% de ellos se informa activamente sobre temas políticos, una cifra que ha aumentado significativamente desde el 36% registrado en 2019. La juventud se muestra más pragmática y, aunque muchos están desencantados con las instituciones tradicionales, no han perdido la esperanza en mejorar la sociedad a través del activismo y el compromiso cívico.
Opiniones divididas sobre el rol de Alemania en el mundo
Los jóvenes alemanes también muestran una actitud crítica ante la posición de su país en conflictos internacionales. Si bien dos tercios de los encuestados apoyan a la OTAN y condenan la guerra de agresión de Rusia contra Ucrania, el apoyo a la intervención militar alemana no es unánime. Además, el conflicto entre Israel y Gaza revela divisiones más profundas, influenciadas por el origen cultural y religioso de los jóvenes.
Mientras que un tercio de los jóvenes considera que Alemania tiene una responsabilidad especial hacia Israel, otro tercio no está de acuerdo. Este debate se ve claramente influenciado por los antecedentes migratorios: los jóvenes de origen árabe o turco son los que menos respaldan la idea de una obligación especial de Alemania hacia Israel.
Un futuro marcado por la diversidad
El Estudio Juvenil de Shell pone de manifiesto cómo los jóvenes alemanes viven en una era de incertidumbre y cambio, en la que la fe tradicional pierde relevancia, pero otras formas de compromiso, como la política y el activismo, ganan protagonismo. En este contexto, los musulmanes jóvenes destacan no solo por su arraigo en la fe, sino también por su deseo de formar familias, en contraste con los jóvenes sin afiliación religiosa, quienes muestran menos interés en tener hijos.
El desafío para las generaciones futuras será equilibrar el pragmatismo que exigen las crecientes preocupaciones económicas y sociales, con la capacidad de encontrar nuevos significados y valores que guíen sus decisiones. La religión, aunque en declive para muchos, sigue siendo un refugio para algunos grupos, lo que refleja la creciente diversidad de una juventud que busca su lugar en un mundo cambiante.
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