(ZENIT Noticias / Ernakulam-Angamaly, 31.10.2024).- El prolongado conflicto litúrgico dentro de la Iglesia siro-malabar de la India ha llegado a un nuevo punto crítico, ya que el administrador apostólico, el obispo Bosco Puthur, advierte sobre inminentes «acciones canónicas» contra sacerdotes y laicos que se resistan a los recientes mandatos sobre las prácticas de culto. En una circular fechada el 30 de octubre, el obispo Puthur afirmó que la Iglesia ya no toleraría la disidencia pública que empaña la reputación de su liderazgo, lo que indica una posible represión contra el clero y los grupos laicos que participan en la protesta.
La directiva ha sido recibida con desafío. Los sacerdotes y laicos disidentes han anunciado planes para quemar públicamente copias de la circular de Puthur el 3 de noviembre, el día en que se debía leer la carta en la misa dominical. El obispo Puthur, designado por el Vaticano en diciembre de 2023 para mediar y guiar a la archidiócesis de Ernakulam-Angamaly, especificó que las personas que difamen a los líderes de la Iglesia en las redes sociales u otras plataformas pueden enfrentar la disciplina eclesiástica.
En el centro de este conflicto está la postura rúbrica del sacerdote durante la misa. Después de una breve reconciliación en julio de 2024, cuando el clero y los laicos acordaron celebrar un formato de misa aprobado sinodalmente de cara al altar durante la oración eucarística, se reanudó el disenso por la insistencia de Puthur en adherirse estrictamente a este modo. Los sacerdotes y fieles disidentes prefieren la práctica tradicional en la que el celebrante se enfrenta a la congregación durante toda la misa.
La reciente insistencia del obispo Puthur en que ocho diáconos en espera de la ordenación se comprometan por escrito a seguir la forma oficial de la misa ha tensado aún más las relaciones. Estos diáconos serán ordenados el 4 de noviembre, y Puthur ha subrayado que sólo celebrarán la misa en el formato aprobado por el sínodo, una postura que reiteró en su circular. Este requisito ha alimentado nuevas protestas y ha aumentado las tensiones, ya que muchos fieles consideran que la directiva es restrictiva y sofocante para el patrimonio litúrgico local.
En respuesta, el Movimiento Arquidiocesano para la Transparencia (AMT), una coalición de sacerdotes, religiosos y laicos que ha defendido la protesta durante más de tres años, ha seguido organizando la resistencia, incluso prometiendo quemar copias de la circular. El AMT ha sido claro en su postura, organizando manifestaciones, huelgas de hambre y liderando los llamamientos a una mayor transparencia dentro de la archidiócesis.
La Iglesia sirio-malabar, una de las mayores iglesias de rito oriental del mundo, con unos cinco millones de miembros repartidos en 35 diócesis, está viendo cómo solo la archidiócesis de Ernakulam-Angamaly se resiste a la directiva sinodal sobre la misa, mientras que otras diócesis la han adoptado desde noviembre de 2021. Ernakulam-Angamaly, donde viven unos 500.000 católicos, se ha convertido así en un epicentro de la disidencia.
La disputa ha dado lugar a múltiples puntos álgidos, incluidos enfrentamientos, casos policiales y el cierre de la catedral de Santa María en Ernakulam. El obispo Puthur, actualmente bajo protección policial en la Casa del Arzobispo de Ernakulam, también ha prohibido a las asociaciones no autorizadas reunirse en las instituciones de la Iglesia, con el objetivo de reducir la oposición organizada. No obstante, la creciente división señala desafíos más profundos para conciliar la tradición con los mandatos modernos, ya que los fieles siguen lidiando con cuestiones de identidad litúrgica y autoridad eclesial.
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