(ZENIT Noticias / Roma, 29.04.2025).- En los medios de comunicación aparecen listas de papables y opiniones sobre el resultado de la elección para el nuevo papa: unas son atrevidas, otras razonadas. Zenit ofrece las declaraciones de los cardenales, protagonistas del cónclave en la elección papal, para acercarse a la visión de quienes emitirán el voto, normalmente lejana a la mentalidad que domina fuera de la Iglesia.
Nuestra intención es facilitar un juicio equilibrado antes de que la fumata blanca se eleve sobre la capilla Sixtina del Vaticano.
El Cardenal Timothy Dolan, arzobispo de Nueva York y figura eminente en el Colegio Cardenalicio, declaró en una entrevista televisiva el 22 de abril, el sentir de algunos sectores del episcopado norteamericano, deseosos de continuidad con el pontificado del Papa Francisco en su línea afectiva pero acompañada de orientaciones doctrinales más claras y bien fundamentadas: [con] “El corazón cálido de Francisco… [pero] ¿cómo lo diría? Más claridad en la enseñanza, más refinamiento de la tradición de la Iglesia, más profundización en los tesoros del pasado”.
Se manifestó en tono medido, firme, buscando equilibrio entre la cercanía pastoral del Papa Francisco con las personas y mayor precisión doctrinal con la tradición eclesial.
Por su parte, el cardenal filipino Pablo Virgilio David, obispo de Kalookan, a las afueras de Manila, habló con los periodistas el 22 de abril tras la misa que celebró en su catedral: «No hay candidatos en un cónclave», dijo en el contexto de las elecciones que se celebrarán en mayo en Filipinas. «Nadie repartirá programas, nadie pondrá carteles, nadie hará campaña. Un cónclave es un retiro. Los cardenales rezarán y es con espíritu de oración que preguntaremos no a quién queremos elegir, sino quién quiere el Señor que suceda al Papa Francisco. Por eso, tenemos la gran obligación moral y espiritual de participar en el cónclave, no con un espíritu político, sino con un espíritu de oración por la continuidad de la misión de la Iglesia».
En referencia al sucesor del papa, el cardenal Pablo Virgilio señaló que desea a «alguien que sostenga la visión del Papa Francisco sobre la sinodalidad». Y agregó que mientras muchos ven la sinodalidad en debates intraeclesiales y organizativos, el cardenal David precisó que la sinodalidad es «impulsar la misión de la Iglesia. Que la Iglesia no sea demasiado eclesial ni introspectiva. Que abra sus puertas y mire hacia afuera, hacia la sociedad. Porque tenemos una misión: somos la sal de la tierra, somos la luz del mundo». Y añadió: «¿De qué sirve construir grandes parroquias si no marcamos una diferencia en la sociedad?».
El cardenal Gerhard Müller, de 77 años, fue obispo de Ratisbona en Alemania, decano de teología dogmática en la Universidad Ludwig Maximilian de Múnich y nombrado prefecto del Dicasterio para la Doctrina de la Fe en el Vaticano en 2013 por Benedicto XVI. Mantuvo el puesto hasta 2017, cuando fue apartado por el papa Francisco.
Hablando sobre el nuevo Papa, Muller dio una entrevista a The Times el 23 de abril sobre su perspectiva acerca del candidato a elegir: «Debe ser ortodoxo, ni liberal, ni conservador. La cuestión no es entre conservadores y liberales, sino entre la ortodoxia y la herejía. Estoy orando para que el Espíritu Santo ilumine a los cardenales, porque un Papa hereje que cambia todos los días según lo que dicen los medios de comunicación sería catastrófico».
El cardenal Müller siente que el nuevo papa no deberá «buscar el aplauso del mundo secular que ve a la Iglesia como una organización humanitaria que hace trabajo social». Expresó que los cardenales «tienen la responsabilidad de elegir a un hombre capaz de unificar a la Iglesia en la verdad revelada. Espero que los cardenales no estén tan influenciados por lo que están leyendo en los titulares”.
Y, sobre el cónclave, aclaró: «No es un juego de poder jugado por gente estúpida que busca manipular, como en esta película, que no tiene nada que ver con la realidad».
Ante la pregunta sobre si promovería un catolicismo doctrinal en las reuniones anteriores al cónclave, dijo: «Tengo que hacerlo. Se lo debo a mi conciencia». Sugirió que la doctrina confusa conduce a división en la Iglesia.
El cardenal, Juan José Omella, arzobispo de Barcelona, dio una entrevista a Carlos Herrera de la cadena COPE el 25 de abril. Sobre el cónclave, expresó que los cardenales se reúnen “para escuchar a Dios, oír al Espíritu Santo”.
“Ahora se habla de las necesidades de la sociedad, mientras que la acción de la Iglesia es transmitir el mensaje de Jesús”. Acerca del perfil que ve sobre el nuevo papa remarcó que “es la fidelidad al Evangelio, ni retrógrado ni progresista, sino buscando el cambio propuesto por el Vaticano II”. Explicó que conviene dar continuidad a la promoción de la alegría y esperanza cristiana que hizo el papa Francisco, la sinodalidad, el diálogo para elegir al más indicado.
Expresó sobre el cónclave: «Yo sé a quién puedo votar, aunque sobre la marcha mi voto puede cambiar». Y aclaró que observará las posiciones que tomen los cardenales, de modo que, si la mayoría se inclina sobre una persona, la apoyará sin vacilación.
Continuará una segunda parte.
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