(ZENIT Noticias / Roma, 12.05.2025).- Los medios de comunicación hablaron antes de la elección del papa León XIV desde enfoques periodísticos, basados en razonamientos humanos y rumbos muy lejanos a los de la mentalidad de los cardenales. Hablaron de una Iglesia dividida, de elegir a un papa africano conservador o de batallas en los diez últimos cónclaves. ¿Quién se fijó en la mucha experiencia de los cardenales, en su conocimiento de las necesidades pastorales de las personas, en la problemática sacerdotal que encontraron durante su trabajo como obispos diocesanos o de los conflictos entre la Iglesia y el Estado que vivieron en sus países de origen?
Una muestra clara está en los señalamientos como papables a individuos o en las listas de posibles candidatos. En el fondo, reprodujeron la visión humana y parcial según se desenvuelven las elecciones políticas o en instituciones empresariales. Pero en la Iglesia se mueven otras fuerzas, sobrenaturales, que superan los problemas diarios, mientras solo llamativos gustan a los periodistas, que resalta en las referencias a los escándalos sexuales, a la alineación de los cardenales con los pobres o migrantes, o la presencia en las redes sociales X y TikTok como hicieron sobre el cardenal filipino Luis Antonio Table.
Igual que en el uso de la inteligencia artificial, los medios resaltaron elementos de juicio sobre datos muy repetidos: el caso del cardenal Angelo Becciu, a quien el Papa Francisco habría prohibido participar en el cónclave a causa de delitos financieros, se retomaba cada tercer día. ¿Por qué resaltar este caso sin referirse a quienes han realizado grandes proyectos evangelizadores en sus países o a cardenales más valorados por su impacto en la vida eclesial?
Los datos históricos reafirman la lejanía de las predicciones en los medios de comunicación, laicos en su inmensa mayoría, y los resultados de los últimos cónclaves, como se manifestó en la elección de Juan XXIII, cuando todos los medios señalaban al arzobispo de Milán, Montini, y al arzobispo Domenico Tardini, que trabajaron en la secretaría de Estado con Pio XII, los cuales no eran cardenales. Sin embargo, un cardenal se levantó en el cónclave y dijo: ‘¿Acaso no hay un candidato digno entre los que estamos aquí reunidos?’. Y propuso al cardenal Angelo Roncalli, patriarca de Venecia, ausente entre los papables, quien fue elegido como Juan XXIII.
No fue así con Pablo VI, quien fue nombrado cardenal por el papa Roncalli y miembro de la Comisión de asuntos extraordinarios en el Vaticano, gran candidato a la sucesión de Juan XXIII. Se desconocía si daría continuidad al Concilio convocado por su antecesor, pues manifestó alguna difidencia durante la convocatoria, aunque reafirmó la continuidad del Concilio Vaticano II.
En agosto de 1978, murió Pablo VI. Aparecieron varios candidatos: Siri, de Génova; Corado Ursi, de Nápoles; y Giovanni Benelli, de Florencia. Pero fue electo Albino Luciani, arzobispo de Venecia, como Juan Pablo I.
El papa Juan Pablo I murió el 14 de octubre. Los medios de comunicación notaron su desacierto en el nombramiento de meses antes. ¿Cómo reaccionaron para acertar con el nuevo papa? Aumentando el número de candidatos en las listas. ¿Resultado? Nuevo fracaso: nadie previno que surgiría un papa polaco con el nombre de Juan Pablo II.
Más previsible fue la elección en 2005 de Benedicto XVI. Desde 1981 fue prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe. El cardenal Ratzinger era considerado favorito por la mayoría de los medios internacionales, aunque algunos lo consideraban demasiado conservador. Fue elegido en el segundo día del cónclave, tras cuatro rondas de votaciones.
Después vino la elección de 2013. Los medios de comunicación presentaron 28 papables. Destacaban los cardenales Angelo Scola, como arzobispo de Venecia; Marc Oullet se desempeñó como arzobispo de Quebec y fue Presidente del Dicasterio para los obispos, y Sean Patrick O’Malley, arzobispo reformador de Boston en el campo de los abusos. Ninguno fue elegido: se votó por el cardenal Bergoglio, quien asumió el cargo como Francisco.
En la elección del papa León XIV, el cardenal Prevost era una de los señalados… entre los casi cuarenta nombrados, aunque con mayor frecuencia que otros. El análisis del manejo informativo sobre el nuevo nombramiento será más claro en el siguiente artículo.
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