Tom Homan, nombrado por Trump director del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE) Foto: CNN

Zar anti migración de gobierno Trump, y católico, habla contra mensaje de Iglesia estadounidense

Homan pide a la Iglesia Católica que entienda la necesidad de unas fronteras seguras para salvar vidas: “Vimos durante la administración Biden, cuando no hubo control migratorio, que más de 4.000 extranjeros murieron realizando ese viaje” y que “millones de estadounidenses murieron por el fentanilo”. Y contraatacó: “Vamos a hacer cumplir la ley. Y, al hacerlo, estamos salvando muchas vidas. Una de las razones de las que nadie habla sobre por qué tenemos la frontera más segura en la historia de esta nación es precisamente lo que ICE está haciendo”.

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(ZENIT Noticias / Washington, 15.12.2025).- Tom Homan, nombrado por Trump director del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE) en noviembre de 2024, rechazó un mensaje especial sobre inmigración de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos, argumentando que la declaración de los obispos alentará a más personas en el peligroso viaje hacia Estados Unidos.

Los obispos aprobaron el 12 de noviembre en Baltimore la declaración donde citan pasajes de la Escritura como Lucas 10,30-37, la parábola del Buen Samaritano, y Mateo 25, donde leen que “vemos a Aquel que se encuentra en los más pequeños” e interpretan “Aquel” como el rostro de Jesucristo reflejado en el migrante. Y resaltan “la preocupación de la Iglesia por el prójimo y nuestra preocupación aquí por los inmigrantes son una respuesta al mandato del Señor de amar como Él nos ha amado (Juan 13,34)”.

La moción fue aprobada por 95% de los obispos votantes con 216 votos a favor, cinco en contra y tres abstenciones, que subraya: “Nos oponemos a la deportación masiva e indiscriminada de personas”. Además, los prelados insisten: “Oramos por el fin del discurso deshumanizante y la violencia, ya sea contra los inmigrantes o contra las fuerzas del orden. Oramos para que el Señor guíe a los líderes de nuestra nación y agradecemos las oportunidades pasadas y presentes de dialogar con funcionarios públicos y electos”.

La reacción de Homan ante el mensaje de los obispos en entrevista a EWTN News el 14 de noviembre, en el programa The World Over with Raymond Arroyo, fue: “Así que, según [los obispos], el mensaje que deberíamos enviar al mundo entero es: «Si cruzas la frontera ilegalmente, lo cual es un delito, no te preocupes por ello. Si eres expulsado por un juez federal en debido proceso, no te preocupes, porque no debería haber deportaciones masivas». Si ese es el mensaje que enviamos al mundo entero, la gente seguirá poniéndose en peligro para venir a la mejor nación de la tierra”.

Homan pide a la Iglesia Católica que entienda la necesidad de unas fronteras seguras para salvar vidas: “Vimos durante la administración Biden, cuando no hubo control migratorio, que más de 4.000 extranjeros murieron realizando ese viaje” y que “millones de estadounidenses murieron por el fentanilo”. Y contraatacó: “Vamos a hacer cumplir la ley. Y, al hacerlo, estamos salvando muchas vidas. Una de las razones de las que nadie habla sobre por qué tenemos la frontera más segura en la historia de esta nación es precisamente lo que ICE está haciendo”.

En ningún momento Homan tuvo en cuenta un pasaje del mensaje de los obispos que equilibra la llamada a evitar expulsiones masivas y cuidar las fronteras: “Reconocemos que las naciones tienen la responsabilidad de controlar sus fronteras y establecer un sistema de inmigración justo y ordenado por el bien común”.

Mientras algunas personas de la Administración Trump ven solo delincuentes en los inmigrantes, como la subsecretaria de Seguridad Nacional, Tricia McLaughlin, que declaró el 14 de noviembre a CNA señalar al “70% de los extranjeros ilegales que ICE detuvo en todo el país tienen condenas penales o cargos penales pendientes sólo en Estados Unidos”, los obispos amplían la visión: “Nos preocupan las condiciones en los centros de detención y la falta de acceso a la atención pastoral”.

Los obispos también advirtieron: “Lamentamos que algunos inmigrantes en Estados Unidos hayan perdido arbitrariamente su estatus legal. Nos preocupan las amenazas contra la inviolabilidad de los lugares de culto y la naturaleza especial de los hospitales y las escuelas. Nos entristece ver a padres que temen ser detenidos al llevar a sus hijos a la escuela y consolar a familiares que ya han sido separados de sus seres queridos”.

Además, el mensaje reconoce la contribución de los inmigrantes y afirma que los obispos se sienten obligados a “alzar la voz en defensa de la dignidad humana que Dios les ha otorgado”. Instaron a trabajar con los inmigrantes con el criterio de tener en cuenta más valores, pues “la dignidad humana y la seguridad nacional no están reñidas”.

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Rafael Manuel Tovar

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