(ZENIT Noticias / Caieiras, 22.12.2025).- Un momento de esperanza largamente esperado surgió para los Heraldos del Evangelio el 20 de diciembre de 2025, cuando 69 miembros de la asociación católica internacional recibieron los ministerios instituidos de lector y acólito durante una misa solemne en la Basílica de Nuestra Señora del Rosario de Fátima en Caieiras, Brasil. Estos ministerios son un prerrequisito canónico para recibir las Sagradas Órdenes, el primer paso hacia el diaconado y, finalmente, el sacerdocio, un camino que para muchos de estos jóvenes ha estado estancado durante más de seis años.
La ceremonia, presidida por el cardenal Raymundo Damasceno de Assis, arzobispo emérito de Aparecida, transmitió un mensaje lleno de anticipación y resiliencia. En su homilía, el cardenal Damasceno se basó en la seguridad bíblica de que la esperanza no decepciona, haciéndose eco del lema del Jubileo de 2025: que incluso después de prolongadas demoras, el plan de Dios sigue activo en la vida de los fieles. Al concluir su reflexión, el cardenal ofreció una señal cautelosa pero decisiva de progreso: «Espero que pronto podamos conferir las Sagradas Órdenes a quienes estén debidamente preparados».
El cardenal Damasceno enmarcó este anuncio en el contexto litúrgico del Adviento, invocando imágenes de la antífona del día: «Oh, Llave de David, que abres las puertas del Reino Eterno. Ven, libera al prisionero que habita en tinieblas». Instó a los fieles a dejar que la esperanza ilumine los momentos de oscuridad, tanto personales como comunitarios, recordándoles que el cierre de las Puertas Santas del Jubileo el 6 de enero no cierra las puertas de la esperanza.
Los Heraldos del Evangelio han atravesado un período inusual y difícil, marcado por casi siete años bajo un comisariado prácticamente congelado que suspendió las ordenaciones diaconales y sacerdotales. Las razones de las intervenciones anteriores, vinculadas al pontificado anterior, nunca se han esclarecido por completo. Sin embargo, las palabras del Cardenal Damasceno, a quien los miembros de los Heraldos llaman «mensajero de paz», señalan un posible punto de inflexión.
La presencia del cardenal en Caieiras fue recibida con una gran afluencia de fieles, y el discurso de bienvenida del Padre Alex Barbosa de Brito, EP, enmarcó el día como un día de reconciliación y esperanza. Si bien los detalles de la reciente audiencia del Cardenal Damasceno con el Papa León XIV el 4 de diciembre aún no se han revelado, la fecha sugiere que el Vaticano aprobó una resolución a la prolongada suspensión. Para los Heraldos, esto podría allanar el camino para las ordenaciones diaconales y sacerdotales en los próximos meses, lo que podría restaurar la normalidad en una institución que ha enfrentado obstáculos administrativos y canónicos.
Más allá de su importancia pastoral inmediata, el anuncio tiene un peso simbólico para el inicio del pontificado del Papa León XIV. Al señalar su disposición a abordar los problemas pendientes que afectan a los Heraldos, el pontífice demuestra un compromiso práctico con la sanación de las fracturas dentro de la Iglesia, traduciendo su mensaje de paz en acciones tangibles.
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