(ZENIT Noticias – Asia News / Ereván (Armenia), 29.10.2024).- En los días en que el Papa Francisco nombra al Patriarca de Cilicia de los Armenios Raphaël Bedros XXI Minassian como nuevo miembro del dicasterio para las Iglesias Orientales, un grupo de estudiosos anuncia el descubrimiento de los restos de una iglesia del siglo IV en Artaxata, la antigua capital del reino de Armenia. Para los expertos, el edificio representa uno de los lugares de culto más antiguos hallados en el mundo y el más antiguo de la zona donde estuvo el reino, que es también el primero de la historia que abrazó el cristianismo como religión oficial.
Los restos de la iglesia de planta octogonal fueron desenterrados en Artaxata, la antigua capital del reino de Armenia, por un equipo conjunto de arqueólogos de la Universidad de Münster y la Academia Nacional de Ciencias de Armenia, que llevan trabajando en el yacimiento desde septiembre. El descubrimiento «consiste en una estructura con extensiones cruciformes» que «corresponde a los edificios conmemorativos de los primeros cristianos», explicó la universidad alemana en una nota. El edificio se caracterizaba por «un diámetro de unos 30 metros» y tenía «un sencillo suelo de argamasa y baldosas de terracota».
Los investigadores también hallaron fragmentos de mármol que indican lo «ricamente decorado» que estaba con valiosos materiales importados. «En las extensiones en forma de cruz, los investigadores descubrieron restos de plataformas de madera que han sido datadas por radiocarbono» y datarían “de mediados del siglo IV d.C.”, prosigue el comunicado. Esta datación permitió a los investigadores establecer que la estructura «es la iglesia arqueológicamente documentada más antigua del país y una prueba sensacional del cristianismo primitivo en Armenia», como señala Achim Lichtenberger, profesor de la Universidad de Münster.
La ciudad de Artaxata, hoy en ruinas, situada en una colina al sur del país junto a la frontera con Turquía, fue fundada en el año 176 a.C. y se desarrolló con el tiempo hasta convertirse en «una importante metrópolis», sobre todo durante el periodo helenístico. Un crecimiento constante, explican los investigadores, hasta el punto de convertirse en la «capital del reino de Armenia durante casi seis siglos». En la misma colina, que goza de una espectacular vista del monte Ararat, justo al otro lado de la frontera turca, se encuentra Khor Virap, un antiguo monasterio que sigue activo y es también lugar de peregrinación.
Entrevistada por Times of Israel, la arqueóloga clásica, biblista e historiadora de las religiones Jodi Magness, profesora de la Universidad de Chapel Hill, en Carolina del Norte (EE.UU.), habla también de un «descubrimiento significativo». «El descubrimiento de esta iglesia -añade- tiene sentido, ya que el reino armenio fue el primer Estado que adoptó el cristianismo como religión oficial a principios del siglo IV». Y en el mismo periodo, concluye, los armenios establecieron «una presencia en Jerusalén, que han mantenido hasta nuestros días». El reino, entonces un estado satélite vinculado al Imperio Romano, se convirtió formalmente al cristianismo en 301, cuando, «según la leyenda, San Gregorio el Iluminador convirtió al cristianismo al rey armenio Tiridates III en Artaxata».
Estos acontecimientos tuvieron lugar mucho antes del Concilio de Nicea del 325, que codificó y racionalizó los diversos dogmas del cristianismo, pero, sobre todo, antes del Edicto de Milán del 313, con el que el emperador romano Constantino proscribió la persecución de los cristianos y autorizó su culto. Por este motivo, Armenia está considerada el primer reino cristiano y la Iglesia ortodoxa armenia es una de las confesiones cristianas más antiguas, además de la presencia de un importante número de católicos armenios, de tradiciones distintas y fieles al Papa y a la Iglesia de Roma.
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