(ZENIT – 16 oct. 2018).- Este fin de semana, María, nuestra Madre, me ha concedido uno de los más generosos e insuperables regalos que haya recibido jamás. He podido compartir con más de 1.500 personas, la mayoría de ellos jóvenes, el encuentro Hakuna All Meeting, celebrado en Roma.
Para los que no los conozcáis, Hakuna Revolution nació a raiz de la Jornada Mundial de la Juventud de Brasil. Desde diciembre de 2017 es una Asociación privada de fieles con personalidad jurídica que tiene como fines, como se puede leer en sus estatutos, los siguientes:
- Ayudar al crecimiento de la vocación cristiana como ‘vida’: una vida nueva en el Espíritu, el estilo de vida de Cristo, una forma de estar propia; esta vida nos posee y se contagia; lo realiza creando espacios donde se comparte vida.
- Fomentar el empeño por esperar esta vida nueva desde la Eucaristía, cuidando Sagrarios, promoviendo adoraciones y Horas Santas y el deseo de que sea acompañado.
- Ayudar a que el hecho de arrodillarnos ante Cristo se traduzca en vivir arrodillados antes los demás, en una actitud continua de servicio en el día a día, con atención especial a los más necesitados mediante compartiriados, siendo estos medios para fomentar la entrega a los demás mediante distintas actividades.
- Realizar actividades en las que este estilo de vida se contagie, principalmente, a personas alejadas de Dios: albergar el sentimiento de Cristo de que no se pierda ninguno.
- Ayudar a integrar lo espiritual y lo material: reflejar la belleza y alegría de Dios, aprender a disfrutar del presente y de lo que uno tiene entre manos, amar todo lo creado, profundizar en la presencia de Dios en nuestra vida, enseñar la dignidad de la materia, mostrar la unidad cuerpo-alma en la vida con Dios, buscar la progresiva espiritualización del cuerpo y encarnación de las realidades espirituales, permitir que la fuerza de la resurrección actúe.
- Fomentar la creación de música religiosa que transmita esta visión cristiana de la vida, música que lleve la vida a las adoraciones, canciones que enseñen a rezar y eduquen el corazón; esta expresión musical de la fe, bella y actual, es camino de evangelización, mediante conciertos y grabaciones.
No obstante, y sin andarme por las ramas, lo que quería compartir con vosotros son las conmovedoras palabras que nos dirigió el santo Padre momentos antes de comenzar una Adoración Eucarística sobre el altar de la Cátedra de San Pedro:
Palabras del Papa Francisco
“Buenas tardes. Todos son mayores de 16 años, pero ahí hay uno que hace más lío que todos ustedes juntos, si este niño solo tiene un año y ya se mueve así, que les espera a ustedes. _ (El Papa se dirigió a los padres de un niño que estaba sentado en el suelo delante del altar que bailaba animado con la canción de Misericordia) _. Gracias por estar aquí, por su testimonio; y gracias por ser alegres, por tener ganas de vivir y preocuparse; y gracias porque saben que les pongo en mi corazón para rezar. Estoy contento de dirigirles unas palabras a ustedes, que forman esta gran familia eucarística que es Hakuna.
En primer lugar, os quiero pedir perdón por los escándalos que ocurren dentro de nuestra Iglesia, no solo los escándalos de abusos, no. No solo esos, tantos otros. Escándalos de mundanidad, de apego a valores que no son evangélicos, de incoherencia de vida; ustedes ven eso y dicen, yo me hago ateo, parece más coherente. Pedir perdón, perdón por escandalizaros. Siento dolor por esto y le pido al Señor que los errores, yo pienso en los errores de nosotros los pastores, no nos aparten de Jesucristo, que es la única fuente de felicidad. Cuando el pastor se olvida que es pastor y se convierte en patrón y se excede en ese realismo que hace tanto daño. Les pido perdón también por eso. Y que el tesoro de la fe, que es la más grande que podemos descubrir en esta vida, lo custodien bien, no dejen de buscarlo hasta encontrarlo.
Simplemente les voy a hablar de tres palabras, para ser sencillo. Primero, INCONFORMISMO. No se dejen engañar por las falsas promesas que no llevan a nada. Hay una leyenda que a mí no me gusta mucho, pero que puede servir para acá, que cuando conquistaban las tierras de América y de África y de Asia, los europeos les llevaban vidrios de colores a los habitantes de ese lugar, a los más ingenuos, y éstos quedaban encantados, contentos y se los cambiaban por oro. Por favor, no compren nunca vidrios de colores, no sean pavos, pesen bien lo que les ofrecen y no se queden con mercadería de baja categoría. Busquen lo grande, la visión en lo bello, los hombres y mujeres tenemos una suerte, Dios nos hizo con un corazón sediento de felicidad. No se conformen con una vida sin sal, salgan al mundo y sean protagonistas, la felicidad es posible. No sean mediocres, y también, sean protagonistas en las iglesias, ustedes deben armar lío, dentro y fuera de las parroquias. Tienen un hogar, una casa, no dejen que seamos los sacerdotes los que decidamos todo, eso no es iglesia, eso es ser patrón de estancia; no, no dejen eso. La opinión, la fuerza es fundamental para nosotros, para ustedes; que sea la comunidad la que junto con el sacerdote decidan. Él tiene la autoridad, pero que la que decida, la que proponga, sea la comunidad misma. La opinión y la fuerza de ustedes es fundamental para nosotros.
Como saben estamos en pleno sínodo y el tema son ustedes los jóvenes, donde reforzaremos el papel indispensable que los jóvenes tienen en la Iglesia y esto que les voy a decir no es demagogia, la Iglesia los necesita. Si no se queda, no solo sin futuro si no sin presente. La iglesia les necesita. Participen, cuestionen, propongan ideas. Por ejemplo, si la música les parece aburrida, compongan ustedes canciones con letras y ritmos alegres, como hicieron esta con la misericordia que me gustó mucho, gracias. En serio, lo digo alto y claro, una Iglesia sin jóvenes no es Iglesia. O sea, inconformismo, no se conformen con poquito, con los bellos colores, con lo que tiene valor.
La segunda palabra es ALEGRÍA. Un joven que no sonríe no es verdaderamente un joven. Que, ante las dificultades y las sombras, no dejen que anide en el corazón de ustedes la tristeza. La tristeza es el ambiente del diablo, lo que necesita el demonio para corromper, para matar. En cambio, la alegría es de Jesús, cuando Cristo nos libera nos inunda esa profunda alegría que el mundo necesita; que no es, no es solo hacer ruido, no, la alegría es otra cosa. La alegría tiene esa línea de autenticidad que en seguida se la conoce, a la alegría no se la puede falsificar nunca; podrás llamar alegría a una cosa que no es alegría, pero la alegría es o no es. Déjense invadir por esa alegría y contágienla, la vida se transmite con una vida alegre, no con teoremas ni matemáticas. No estén tristes, den testimonio de lo que son, así van a transmitir vida; no expliquen por qué son así, que sus vidas sean como diamantes que la gente se pregunte, pero ¿qué tiene esta persona?, ¿por qué su personalidad pesa tanto?, ¿por qué a mí, de alguna manera, me provoca, me desafía?, ¿qué tiene? A un amigo o una amiga no se lo va a ayudar con una explicación teórica del cristianismo. Me preguntaba un joven en la Jornada Mundial de la Juventud de Cracovia, universitario, chico; me decía, y ¿qué tengo que decirle yo a mis compañeros que son ateos?, ¿qué tengo que explicarles yo para que crean? Lo último que tenéis que hacer es decir algo o explicar algo, eso es lo último. Viví vos tu cristianismo, viví vos tu alegría, da testimonio tuyo y se irá él a preguntarte a vos, ¿qué te pasa?, ¿por qué vivís así?, y ahí sí que será el momento de hablar. La iglesia no crece por proselitismo, no somos un club de fútbol que va buscando socios, no. La iglesia crece por testimonio, crece con grandeza de corazón. Si alguno cree que explicando la fe con razones y todo, con confianza te digo, que esto me aburriría hasta mí. No me gusta ver personas en las iglesias con caras tristes, esperando que se acabe la Misa y es verdad eso. Acá en Italia en algunos pueblos está la costumbre que cuando empieza el sermón, muchos salen a fumar un cigarrillo los 40 minutos, ¿son aburridos los sermones eh? Pero eso son cuestiones de los curas que tienen que cambiar, tienen que cambiar la homilía, tienen que hacerla provocadora y no más de 8 minutos. Si esto pasa es que no nos hemos enterado del regalo que es la Misa, que es la Eucaristía. Por favor ayuden a convertir las ceremonias en lo que realmente son, una fiesta, una fiesta.
La primera palabra era inconformismo, la segunda palabra era alegría, la tercera es COMPASIÓN. Tengan siempre muy presentes a los que sufren, pero no como para tenerles lástima como le puedes tener lástima a un perrito que se está muriendo porque lo arrollamos. Lástima no es cristiano; compasión, padecer con, meterte en la vida del otro. Acompañen a los que sufren, son muchos; y muchos jóvenes sufren, compartan con ellos la realidad que viven, visiten enfermos, visiten a los viejos que están en los geriátricos, tanta soledad; pero basta que vayan ustedes a tocarles la guitarra y ¿qué se yo? Se ponen alegres, empiezan a hablar y son ustedes los que no se van a querer ir. Los viejos tienen ese mundo de cosas tan interesante, y que a veces se sienten muertos antes de la muerte porque no tienen a quien comunicarles. Vayan a los geriátricos, métanse. Compasión.
El cuarto mandamiento, papá, mamá, los abuelos; den gracias si los tienen vivos y no les hagan la vida imposible. Y a ustedes que son padre y madre les digo lo mismo, den las gracias por los hijos que tienen y no les hagan la vida imposible. Eso lo dice San Pablo en una de sus cartas. Ojalá el Señor les enseñe a desentrañar aquellos bienes, esto me lo hiciste a mí, ¿cuándo Señor? Cuando estuve en la cárcel me visitasteis, cuando tuve hambre me disteis de comer, cuando era chico me altivaste, cuando esto, cuando esto, cuando esto… compasión con el que sufre, con el que necesita. Ojalá lo lleguen a entender.
Y, por otro lado, en el sínodo se está hablando ahora de acompañamiento. Acompañar a otro no es un carisma sacerdotal, es un carisma bautismal. Todo cristiano tiene metido a dentro el arte de acompañar, es el Espíritu Santo, a veces lo llaman director espiritual, lo que sea. Cualquiera puede acompañar si pide al Espíritu la gracia de la Sabiduría para acompañar. Yo necesito alguien que me oriente en la vida, pero no encuentro ningún cura; y ¿por qué pensás en un cura? No conocés un hombre, una mujer, una monja, ¿qué se yo?, que vos veas que te pueda acompañar. Puede, no hace falta hacer ningún curso, es un carisma del Espíritu que te lo dan en el bautismo. Y acompáñense entre ustedes porque también tienen ese carisma. Por otro lado, compartan sus inquietudes con los amigos, amigas y acompáñense de esta manera también en el camino de la fe.
Bueno esto es inconformismo, alegría y compasión. Son las tres palabras que les dejo. Como les dije en Río, no balconeen la vida, no balconeen la vida. Bajen y caminen la vida. Jueguen para delante, sean protagonistas, el mundo y la Iglesia los necesitan. Pueden en este movimiento, siempre pegados a Jesús, en la Hostia, que es quien los hace comunidad y los hace clamar al mundo de hoy. Bueno ahorita parece que se quieren, que no están peleándose, bendito sea Dios. Rezo por ustedes y por todos los jóvenes del mundo y les pido que cuando estén ahora en adoración recen por mí, porque lo necesito, para poder ser menos infiel al Señor. Y ahora los invito quietitos, quietitos como están a rezar un Ave María a la Virgen para que los acompañe en esta adoración a Jesús. _ (Rezamos todos juntos un Ave María con el Santo Padre antes de que nos diese su bendición) _
Que los bendiga Dios Todopoderoso en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Y buena adoración y acuérdense de mí también. _(Vuelve a dirigirse al niño)_ Y el rebelde se ve que fue a servir a otro lado, se escapó, vio un cura y se asustó. Que Dios los bendiga”.
En fin, como bien dicen estos audaces jóvenes: “Hakuna somos todos los que juntos seguimos a Cristo compartiendo un estilo de vida que aprendemos arrodillados ante Cristo Hostia, y así aprendemos a vivir alegremente arrodillados ante el prójimo, ante la vida y ante el mundo.
Queremos compartir nuestra fe cristiana haciendo lío”, recordando las palabras del Papa Francisco en el Encuentro con los Jóvenes en Paraguay el 12 de julio de 2015: “Hagan lío y organícenlo bien. Un lío que nos dé un corazón libre, un lío que nos dé solidaridad, un lío que nos dé esperanza, un lío que nazca de haber conocido a Jesús y de saber que Dios a quien conocí es mi fortaleza. Ese es, debe ser, el lío que hagan”.