(ZENIT – 14 enero 2020)-. En un comunicado titulado “Afianzar la construcción de paz ante la agudización del conflicto”, los obispos de la Región del Pacífico y Suroccidente de Colombia, expresaron su solidaridad con los habitantes del Departamento del Chocó, a la Diócesis de Quibdó y a los pobladores de otras regiones de Colombia en las cuales se ha agudizado el conflicto social y armado.
“En diversos momentos hemos advertido sobre las dificultades que viven muchas personas en el territorio del Pacífico y Suroccidente, y hemos solicitado al Estado colombiano una solución integral que resuelva las causas estructurales que están en la raíz de la crisis humanitaria”, indican los miembros del episcopado en la mencionada nota publicada el 11 de enero de 2020.
Estos territorios, compuestos en su mayoría por afrodescendientes, indígenas y mestizos, ha sido uno de los más golpeados por la violencia. Frente a ello, los prelados alzan nuevamente su voz de pastores y realizan “un llamado a retomar el sendero de la paz en la perspectiva del respeto a los Derechos Humanos, los Derechos de los Pueblos y el Derecho Internacional Humanitario”.
Salidas políticas y pacíficas
En su mensaje convocan tanto al Gobierno como a otras instancias estatales, “a establecer condiciones de vida digna y mecanismos de protección para las comunidades y líderes sociales, tanto a Leyner Palacios como a los otros liderazgos que están en riesgo” y solicitan atender “las alertas por posibles situaciones de connivencia de integrantes de la Fuerza Pública con grupos ilegales, expresadas por organizaciones sociales y de derechos humanos, y por la Diócesis de Quibdó desde años anteriores, y reiteradas en los últimos dos años”.
También reafirmaron su llamado para buscar salidas políticas y pacíficas al conflicto armado, de manera especial con el ELN (Ejército de Liberación Nacional), con las AGC (Autodefensas Gaitanistas de Colombia) y estructuras similares: “Esperamos la respuesta sincera de los diversos actores, mediante gestos concretos de verdadera voluntad de paz”.
Oración y compromiso
Por último, piden al pueblo colombiano “oración y compromiso en la construcción de un país equitativo, fraterno y sin violencia”.
El mensaje fue suscrito por: Mons. Darío de Jesús Monsalve Mejía, arzobispo de Cali; Mons. Luis José Rueda Aparicio, arzobispo de Popayán; Mons. Juan Carlos Barreto Barreto, obispo de Quibdó; Mons. Mario de Jesús Álvarez Gómez, obispo de Istmina – Tadó; Mons. Hugo Alberto Torres Marín, obispo de Apartadó, Mons. Luis Albeiro Maldonado, obispo de Mocoa – Sibundoy; Mons. Rubén Darío Jaramillo Montoya, obispo de Buenaventura; Mons. José Saúl Grisales, obispo de Ipiales; Mons. Orlando Olave, obispo de Tumaco; Mons. Edgar de Jesús García Gil, obispo de Palmira.