Al menos 12 personas han fallecido y otras 17 han resultado heridas en un ataque perpetrado este martes contra un autobús de la Guardia Presidencial en la avenida Mohamad V de la capital de Túnez, una de las principales arterias de la ciudad que a esta hora está cortada por los efectivos de la Policía. La mayor parte de los afectados son agentes, según ha informado un portavoz del Ministerio de Interior. El balance de víctimas es todavía provisional.
Por su parte, la oficina de la Presidencia ha asegurado en un comunicado que la explosión en el vehículo de seguridad ha sido un atentado, sin dar más detalles. El ataque, que todavía no ha sido reivindicado por ningún grupo, ha tenido lugar cerca de los ministerios de Turismo e Interior.
El presidente de Túnez, Beji Caid Essebsi, ha cancelado su inminente viaje a Suiza y ha anunciado la imposición de un toque de queda en la capital tras la acción terrorista.
Además, el Gobierno ha declarado el estado de emergencia. En esta línea, las autoridades tunecinas han cerrado el Aeropuerto Internacional Túnez-Cartago y las zonas turísticas, según ha relatado una radio local.
El país norteafricano ha sido escenario este mismo año de dos atentados yihadistas que tenían como objetivo el sector turístico, uno de los puntales de la economía de Túnez. El pasado mes de marzo, un ataque contra el Museo Nacional del Bardo segó la vida de 21 personas, la mayoría turistas europeos. Posteriormente, a finales de junio, un terrorista abrió fuego indiscriminadamente en una playa de la localidad costera de Susa provocando la muerte de 38 personas, la gran mayoría turistas de nacionalidad británica. En ambos casos, el autodenominado Estado Islámico (Daesh, por su acrónimo en árabe) se atribuyó las dos acciones violentas.
El terrorismo ha vuelto a golpear Túnez, cuna de la primavera árabe y único país de la región que culminó su transición a la democracia. La noticia se ha conocido coincidiendo con la primera visita del papa Francisco al continente africano, una viaje que es considerado de alto riesgo tras los últimos atentados perpetrados por Daesh.