Cientos de cristianos iraquíes desplazados en la región autónoma del Kurdistán pidieron este jueves protección internacional para las zonas donde habitaban, en la provincia iraquí de Nínive, actualmente bajo control de los milicianos del Estado Islámico.
En dos manifestaciones convocadas frente a la iglesia Mar Yusef, en Ankawa, el barrio cristiano de Erbil, la capital del Kurdistán iraquí, y ante la sede de la ONU en esa ciudad, exigieron que se acelere la liberación de sus aldeas en la llanura de Nínive.
Los fundamentalistas islámicos desplazaron de esa zona hace un año a miles de familias cristianas. “Los cristianos han sido asesinados y expulsados de sus hogares sin que hayan cometido ningún delito y en medio del silencio de un gobierno incapaz de salvar lo que resta de esas familias dentro de Irak”, se quejó Sabah Seliua, que era miembro del Consejo provincial de Nínive.
Por su parte, el dirigente del Movimiento Democrático Asirio, Kaldua Geni, explicó que se han reunido para pedir a Bagdad y a la comunidad internacional protección y el establecimiento de una zona segura para los cristianos. “También pedimos la liberación de nuestras localidades del control yihadista para que regresen nuestras familias a sus hogares en Sahl Nínive, ya que la situación se ha vuelto insoportable”, señaló. “De la noche a la mañana hemos pasado a vivir en lugares de emergencia, y tenemos cifras que indican que más de 150.000 cristianos han huido de sus zonas”, lamentó el dirigente en declaraciones a los medios.
Una activista que participaba en las manifestaciones de Erbil, Suzan Yohana, advirtió además que los cristianos “no tienen más opción que emigrar o afrontar un destino incierto, ya que todos los han abandonado”. “Los han dejado frente a la vida o la muerte”, enfatizó.
Ayer se cumplió un año desde que comenzara el éxodo masivo de cristianos de la llanura de Nínive por el avance del Estado Islámico.