El Prefecto de la Congregación Vaticana para el Clero, el cardenal Beniamino Stella, inicia una visita a Cuba el miércoles 22 de abril, durante la que podrá comprobar que su siembra como Nuncio de su Santidad en la Isla, entre 1993 y 1999, ha seguido dando frutos.
En su recorrido pastoral del 22 al 28 de abril, tendrá reuniones con el clero, visitará los tres seminarios cubanos en Santiago de Cuba, Camagüey y La Habana, presidirá la Eucaristía en las tres ciudades y su recorrido por carretera le permitirá visitas a Bayamo y Las Tunas y tal vez otras diócesis cercanas a su ruta. Además, el Prefecto se reunirá con los Obispos cubanos y pudiera mantener encuentros oficiales con las autoridades.
Han pasado 16 años desde que dejó tierra cubana y llega con un encargo distinto que se centra en los Seminarios y en el clero diocesano.
El actual rector del Seminario de La Habana, Padre Lope Rubio, considera que los sacerdotes que hoy tiene Cuba “son muy pocos para la población de casi doce millones y para el momento actual de la Iglesia misma” porque él nota en el pueblo “mayor acercamiento a la Iglesia, hambre de formación y de valores religiosos”.
Por su tarea conoce las estadísticas y explica que el Cardenal Stella se encontrará con 357 sacerdotes; de los cuales, 177 son religiosos y 180 diocesanos, con una buena representación de ‘misioneros ad gentes ‘ de otros países. En el Seminario de La Habana comenzaron el curso actual 49 alumnos internos, procedentes de diez diócesis y asisten a las clases 12 alumnos religiosos de cuatro congregaciones.
En el Seminario de Santiago de Cuba 11 seminaristas estudian filosofía” y se espera un aumento para el próximo curso”. Hay cinco estudiantes en el ‘preseminario’ de Camagüey. El número de Diáconos Permanentes que ejercen su ministerio en la Isla ha aumentado de 40 en 1999, a 82 en la actualidad.
El Cardenal Stella fue nombrado Nuncio en Colombia el 11 de febrero de 1999. Al abandonar la Isla en el mes de abril, el mismo presidente cubano le llevó en su automóvil al aeropuerto. El Arzobispo dejaba atrás poco más de seis años vividos en intensidad y como su nombre indica una estela de cariño.
Entrevistado en la nunciatura por La Voz Católica, poco antes de dejar Cuba, el Arzobispo Stella expresó: “Me ha ayudado mucho a crecer la experiencia de unidad de la Iglesia cubana, su adhesión respeto y comunión profunda con el Santo Padre”. De la Iglesia en Cuba dijo entonces que “se parecía a una persona joven, alegre, con proyectos, con sueños, que no lo son de poder sino sueños y esperanzas de brindar al pueblo cubano un servicio de caridad y su experiencia social”.
Más recientemente, ya al frente de la Congregación para el Clero, fue entrevistado, en enero de 2015, por La Stampa de Milán y calificó como importante su experiencia de Cuba: “Una Iglesia pequeña, una comunidad pobre que siempre me ha recordado la realidad de la Iglesia primitiva… vivían en una gran fraternidad, pobreza y desapego… los sacerdotes serenos, generosos, contentos y listos para compartir con su gente incluso las fatigas, la pobreza, las humillaciones”.
El Cardenal Stella visita ahora a esa Iglesia pequeña, joven y con sueños por realizar y a un país que no es el que dejó en 1999. Considera que los recientes acontecimientos que acercan a Cuba y a Estados Unidos son fruto de una larga siembra. En sus comentarios de enero, el Prefecto había indicado que durante sus años en Cuba las condiciones “de una evolución positiva no eran tan evidentes, pero se fueron creando, con mucha paciencia, discreción, respeto y esperanza, diría con esos pequeños pasos que hay que dar cuando no es posible ponerse a correr”.
En aquellos años, él impulsó más que pequeños pasos. Se crearon cuatro nuevas diócesis: Santa Clara (1995), Bayamo-Manzanillo (1995), Ciego de Ávila (1996) y Guantánamo-Baracoa (1998), además de elevar a rango de arquidiócesis a Camagüey (1999).
El Nuncio Stella apoyó a los Obispos en la creación de los Centros Diocesanos de Formación así como el fortalecimiento de las Bibliotecas Diocesanas y la infraestructura para multicopiar los documentos de la Iglesia y crear las publicaciones diocesanas que hoy perduran.
Fueron años en que numerosas personalidades de la Iglesia realizaron visitas pastorales a la Isla y mantuvieron encuentros oficiales con el gobierno: el Presidente del Consejo Pontificio Justicia y Paz: cardenal Roger Etchegaray conversó en Cuba con Fidel Castro 1989. También lo hizo el Prefecto de la Congregación de Obispos y presidente Comisión Pontifica para América Latina: cardenal Bernadin Gantin en Julio de 1994, su segundo viaje a Cuba, que repitió con Juan Pablo II. Entonces, el Cardenal africano conversó ampliamente con el Arzobispo Jaime Ortega Alamino, de La Habana, que fue nombrado Cardenal ese mismo año.
En octubre de 1996 Arzobispo Jean-Louis Tauran, encargado de los asuntos exteriores del Vaticano se reunió con Fidel Castro. Poco después, en ese mismo año, el gobernante cubano era recibido por el Papa Juan Pablo II en Roma.
Otras visitas a Cuba incluyen la Cardenal Carlo Furno: en febrero de 1996, representante papal para el Encuentro Nacional Conmemorativo ECO; la del Cardenal Camilo Ruini, presidente de la Conferencia Episcopal Italiana en (1997) quien confirmó oficialmente la visita de Juan Pablo II a la Isla y abrió la puerta para que Cuba recibiera apoyo financiero para proyectos eclesiales y sociales en vínculo con el Ministerio de Salud, el Consejo para Investigación Tecnológica y de Medio Ambiente (CITMA), y con Universidades y otros grupos sociales.
En enero de ese mismo año 1998 el Papa Juan Pablo II realizaba un recorrido pastoral por la Isla con misas multitudinarias, en Santa Clara, Camagüey, Santiago y La Habana que fueron transmitidas nacionalmente por la televisión cubana. Los cubanos y el mundo entero pudieron escuchar sus palabras como “mensajero de la verdad y la esperanza”, entre otros que “Cuba se abra al mundo y que el mundo se abra a Cuba”. El Cardenal Stella no lo olvidó.
Las visitas de enviados pontificios continuaron. En 1999 lo hizo el Cardenal Pio Laghi, Prefecto de Educación Católica y el Cardenal Moreira di Nieves, Prefecto de la Congregación para los Obispos quien fue recibido por el gobernante cubano durante la Reunión Interamericana de Obispos de Estados Unidos, Canadá, Latinoamérica y el Caribe. Fue el entonces Nuncio Stella quien favoreció que este encuentro de obispos de toda América se celebrara en La Habana como seguimiento a la visita del Papa.
Lo que inició el entonces Arzobispo ha continuado en años sucesivos, al tiempo que la Iglesia católica en Cuba sigue impulsando sus planes pastorales, celebrando aniversarios y en momentos puntuales, dando a conocer Mensajes conjuntos o Cartas Pastorales.
Al iniciar Raúl Castro su periodo de gobierno en 2008 se encontraba en Cuba el entonces Secretario del Estado Vaticano, cardenal Tarsicio Bertone, el primer mandatario extranjero que fue recibido por el nuevo gobernante. Con el cardenal Bertone estuvieron los obispos cubanos, lo que marcaba una nueva etapa.
En años sucesivos, otras conversaciones Iglesia – Estado dieron como fruto la excarcelación de más de 130 presos políticos entre los años 2010 y 2011. Y otros, 53 más en semanas sucesivas.
Mientras esto sucedía, la Iglesia en Cuba vivía los preparativos para el Año Jubilar Mariano por el 400 aniversario del hallazgo de la imagen de la Patrona de Cuba, en 1612, sobre las aguas de la Bahía de Nipe. Los tres años de preparación culminaron, en 2011, con el recorrido de una imagen de la Virgen de la Caridad por toda la Isla, que convocó a multitudes, y contó, en 2012, con la visita del Papa Benedicto XVI a La Habana, Santiago de Cuba y el Santuario de El Cobre, en donde le prendió un pequeño cirio a la Virgen de la Caridad, como un peregrino más. Es una ima
gen que ha quedado grabada en la memoria de muchos cubanos.
Mas recientes son otras las imágenes que también perduran: el saludo entre el presidente cubano Raúl Castro y el presidente de Estados Unidos Barack Obama durante los funerales de ex presidente Nelson Mandela, en diciembre de 2013; la transmisión televisada del anuncio por ambos presidentes, sobre conversaciones entre sus países, en diciembre de 2014; y la de su reunión cara a cara durante la Cumbre de las Américas en Abril de 2015.
Como telón de fondo perdura la imagen del Papa Francisco quien se comunicó con ambos presidentes animándoles a hacerlo y que ahora pudiera visitar Cuba en septiembre, algo aún sin confirmar.