En el Estado-Ciudad del Vaticano hay dos cuerpos armados, uno son los Guardias Suizos, famosos por sus vistosos uniformes, y la Gendarmería Vaticana que usa el clásico kepí azul.
El cuerpo de la policía del Vaticano, la Gendarmería, nació en 1816 por voluntad de Pio VII, después del Congreso de Viena, con el nombre de Cuerpo de los Carabineros Pontificios. Con el regreso de Pio VII desde su exilio en Gaeta, tomó el nombre de Gendarmería Pontificia, cuerpo compuesto hoy por unos 150 gendarmes, el cual adhiere desde el 2008 a la Interpol.
Poco tiempo atrás, cuando le preguntaron al comandante, Domenico Giani, si los gendarmes son ángeles custodios del Papa, respondió: “No, porque los ángeles son una realidad celeste, nosotros los gendarmes operamos aquí en la tierra, con la ayuda de nuestro protector, San Miguel Arcángel”.
El 26 de septiembre es la fiesta de la Gendarmería, el papa Francisco tiene programado celebrar la misa junto a ellos en esta festividad. Para conocer mejor qué es la Gendarmería Vaticana, ZENIT ha entrevistado a un oficial del Cuerpo que contó algunos particulares, que compartimos con nuestros lectores.
¿Cómo se llega a ser de la Gendarmería del Vaticano?
–Sobre todo tiene que existir amor por la Iglesia y por el Papa, después como en todas las policías es necesario realizar una selección y un concurso. Puede ser un trabajo duro, que entretanto puede dar también muchas satisfacciones.
¿Tienen una espiritualidad particular?
— Tenemos un capellán que nos acompaña espiritualmente, y siempre está a disposición de todos. Celebra la santa misa, se ocupa de los ejercicios espirituales que cada año realizamos, y es una figura de referencia para todos nosotros.
¿Qué relaciones tienen o cómo trabajan con la policía italiana?
— En la plaza de San Pedro, que es bajo todos los aspectos territorio del Vaticano, cuando no está el Papa presente, queda bajo la jurisdicción de la Policía italiana. O sea si en ese momento hay un carterista que roba, interviene la policía italiana. En cambio, si el Papa está presente, la Policía italiana se retira hasta el confín e interviene la Gendarmería, y los Guardias Suizos, como indicado en el Tratado de Letrán.
¿Y en los viajes en Italia y en el exterior?
— En los viajes a Italia, nosotros cooperamos con la Inspectoria de Seguridad Pública junto al Vaticano, un reparto de la Policía italiana que tiene sede a pocos pasos del Vaticano. Y en el exterior cooperamos con la policía del país que nos hospeda. En los viajes fuera de Italia, están presentes también dos representantes de los Guardias Suizos.
¿Cuál es la diferencia entre la Gendarmería y los Guardias Suizos?
— Ambas colaboramos para proteger al Pontíficie. Ellos tienen el servicio de seguridad del Palacio Apostólico, donde nosotros no tenemos competencia. A menos que haya un delito, digamos un hurto, entonces sí, en cuanto policía judicial. Ellos realizan también un primer filtro en los ingresos de la Ciudad del Vaticano, además de la parte representativa. Nosotros somos en cambio, policía de seguridad, judicial, de control, de frontera.
En el Vaticano se diría que no suceden graves delitos
— En realidad puede suceder, como fue en el caso del mayordomo de Benedicto XVI, que fue arrestado y las investigaciones fueron realizadas por nosotros. O en casos de vida cotidiana, como un hurto en el supermercado. Con los turistas raramente hay problemas, más con carteristas que entran en la Basílica de San Pedro, o en los Museos del Vaticano. No nos olvidemos que en la Basílica entran diariamente unas 11 mil personas y en los Museos unas 18 mil cada día, un terreno propicio para los ladronzuelos. En cambio en la Ciudad del Vaticano todo es bastante tranquilo.
Las celdas, ¿fueron inauguradas por el mayordomo?
— Fueron usadas en algún tiempo pasado, pero seguramente quien estuvo más tiempo fue él.
¿Cómo es la relación existente con el papa Francesco?
— El comandante Giani tiene una hermosa relación con el Papa, se intercambian puntos de vista, está muy a la mano. Lo que el Papa quiere le llega directamente a él, en una relación muy inmediata. Hemos ido a la misa de Santa Marta divididos por turnos. Después, este año el Papa celebrará para nosotros en el la sede de la Gobernación, la misa en la fiesta de San Miguel Arcángel.