El Comité sobre la reforma de los medios de comunicación que se reúne por primera vez este lunes en el Vaticano, durará hasta el próximo miércoles 24. Estudiará como optimizar los medios de comunicación de la Santa Sede y bajar los costos. Se tomará también en consideración, los cambios en la comunicación que se han registrado en los últimos años con los medios digitales, para adaptar las estructuras.
Para realizar esta tarea el Comité contará con el asesoramiento de la Mc&Kinsey que realizó un estudio sobre las estructuras repetidas en materia de comunicación. Esto «proporcionará a la Comisión los elementos útiles para dar las recomendaciones oportunas al Santo Padre», indicó en diciembre de 2013 un comunicado de la Oficina de Prensa de la Santa Sede.
El comunicado precisaba: «El 18 de diciembre, por iniciativa de la Pontificia comisión referente de estudio y de dirección para los asuntos económicos y administrativos de la Santa Sede, tras un procedimiento de selección formal, ha confiado a Mc&Kinsey el encargo de proporcionar asesoramiento para el desarrollo –en estrecha colaboración con los responsables de las oficinas interesadas– de un plan integral para reorganizar los medios de comunicación de la Santa Sede de manera más funcional, eficaz y moderna».
La McKinsey trabaja prestando sus servicios a las mayores empresas de negocios del mundo, gobiernos e instituciones. Fundada en Chicago en 1926, actualmente está presente en 90 países.
El comité que se encargará de este delicado trabajo, está encabezado por el ex-presidente de la BBC Christopher Patten, y cuenta con seis expertos de diversos idiomas, entre los cuales la psicóloga española Leticia Soberón. El segundo grupo está compuesto por periodistas, y expertos del Vaticano, como el latinoamericano, Mons. Lucio Ruíz y el director del Osservatore Romano, Giovanni María Vian.
Es claro que una reforma incluye corte de personal, lo que planteará dificultades ente las exigencias de reducir los costos y el aspecto social de estas empresas de comunicación de la Santa Sede. Si hay cortes, se verán afectados especialmente los colaboradores externos.
Los medios de comunicación con los que cuenta el Vaticano son varios. La Radio Vaticano, que trasmite diariamente en 40 idiomas, tiene con programas emitidos en onda corta que llegan donde no hay ni electricidad ni teléfono. En total son 335 personas, entre técnicos y periodistas, a los que se suman los colaboradores externos.
El diario L’Osservatore Romano, impreso en la Ciudad de Vaticano, cuenta con una edición cotidiana, aún en formato grande, y un semanal en alemán, español, francés, inglés, polaco y portugués, además de un mensual dedicado a la mujer. En total trabajan 45 periodistas, a los que se suman los colaboradores externos. Además de unos 30 trabajadores entre gráficos, técnicos, archivo y fotógrafos.
En el CTV (Centro Televisivo Vaticano), que realiza los videos para televisiones y agencias varias, hay poco menos de 30 personas.
Está también la Agencia Fides, perteneciente a la Congregación para la Evangelización de los pueblos, está especializada en misioneros, y que cuenta con unas 14 personas, aunque colaboran con ella misioneros desde los más diversos países.
Además de la web oficial de noticias del Vaticano news.va, que toma noticias de todos los medios de comunicación de la Santa Sede, en inglés, español e italiano, y en la que trabajan 6 personas.
En la Oficina de Prensa de la Santa Sede, trabajan 22 personas, y se encargan de todo el apoyo logístico y acreditación para los corresponsales extranjeros y la prensa en Italia. Además del Pontificio Consejo de las Comunicaciones Sociales. Se añade la cuentas twitter, que es gestionada desde la Secretaría de Estado.
Una tarea no fácil, porque se habla de comunicación en diversos idiomas y para diversos países.