Precisamente de este encuentro entre las estrellas que calientan el universo y la historia, la poesía y la imaginación humana, se ha hablado en el Meeting de Rímini, el lunes 25 de agosto, durante el encuentro entre el científico Piero Benvenuti, astrofísico de la Universidad de Padua, director del Centro Interdipartimentale di Studi e Attività Spaziali (Cisas), y el literato y poeta Alessandro Rivali. El encuentro, con el título «Leer la historia, leer las estrellas», fue moderado por Davide Rondoni.
Iniciando por la pregunta del papa Francisco a los participantes del Meeting, «¿qué buscáis?», el profesor Benvenuti trató de contar la relación entre humanidad y el cielo. En la búsqueda de lo lejano, el ser humano ha hecho grandes pasos hacia adelante, indicó. Ya con la invención del telescopio se han ampliado los límites para ver.
El astrofísico confirmó que «el universo no es un vacío», sino «una profunda unidad entre materia y energía que modela plásticamente la forma». En la ampliación de los límites de la imaginación, presentó la poesía diciendo que «necesitamos maravillarnos con la capacidad de entender. Necesitamos poetas».
De acuerdo con Alessandro Rivali, autor de la colección de poesía «La Caduta di Bisanzio«, contó su experiencia uniendo la historia, la ciencia y la poesía. El literato también habló de las estrellas, que -dijo- «nos enseñan la contemplación» y que «siempre han inspirado historias». «Basta pensar en los mitos y en las imágenes que han evocado en la antigüedad», añadió.
Según Rivali, además, podemos extraer una serie de lecciones de las estrellas, a partir de la humildad, porque «nos hacen sentir pequeños delante de un cuadro más grande que nosotros». En la historia, por tanto, «las estrellas han sido la salvación de los marineros. Su brújula». «¿Quién sabe –observó Rivales– si contemplando su belleza no pueda surgir en nosotros una razón para la esperanza. Porque nosotros también somos parte de esta belleza».