(zenit – 28 sept. 2020).- Los obispos de la Conferencia Episcopal de Costa Rica emitieron el pasado 24 de septiembre un comunicado en el que llaman a los fieles a actuar con “conciencia y responsabilidad” frente al rebrote de COVID-19 que vive este país centroamericano.
Protocolos de cuidado
Hasta el cierre de la redacción de esta nota las autoridades de salud de Costa Rica reportaban 72.049 casos confirmados. Frente a estos datos alarmantes los obispos indican en su mensaje que hay que “ser más estrictos en el lavado de manos, en los protocolos para toser y estornudar, en el uso obligatorio de la mascarilla y en el distanciamiento físico. Salgamos a lo realmente necesario; si tenemos síntomas relacionados con el virus, debemos quedarnos en casa, para cuidarnos y cuidar de los demás”.
El episcopado advierte que la necesaria apertura de distintos sectores y ámbitos del país, especialmente de la actividad económica, implica necesariamente “mucha seriedad y responsabilidad” por parte de todos los ciudadanos en el respeto de los protocolos dispuestos por las autoridades sanitarias, desde el lavado de las manos, el distanciamiento social, la reducción de salidas innecesarias del hogar, hasta permanecer en casa ante cualquier sospecha de contagio.
Llamado a cuidarse entre todos
“Con esta conciencia y responsabilidad, cuidémonos entre todos, seamos solidarios y protejámonos. Con fe, esperanza y poniendo de nuestra parte, este duro momento pasará”, dicen los obispos.
Además, recuerdan las palabras del Papa Francisco el 27 de marzo pasado, apenas el inicio de la pandemia, en su mensaje Urbi et Orbi extraordinario: “No somos autosuficientes; solos nos hundimos. Necesitamos al Señor como los antiguos marineros las estrellas. El Señor nos interpela y, en medio de nuestra tormenta, nos invita a despertar y a activar esa solidaridad y esperanza capaz de dar solidez, contención y sentido a estas horas donde todo parece naufragar”.
En la adversidad poner la mirada en Dios
Durante este mes, el país sigue el programa “Costa Rica trabaja y se cuida”, que impulsa una apertura controlada y bajo estrictos protocolos de la mayoría de actividades comerciales, pero con responsabilidad de la población.
Finalmente, los pastores recuerdan a los fieles que el “país tiene en sus raíces los valores de una sociedad creyente, por ello necesitamos poner de nuestra parte, y clamar a Dios para que nos ayude a superar esta crisis”.