(zenit – 5 oct. 2020).- La sierva de Dios Francisca de la Concepción Pascual Doménech (1833-1903), religiosa española, fundadora de la Congregación de las Hermanas Franciscanas de la Inmaculada, vivió las virtudes humanas y cristianas de manera “heroica”, es decir, evangélica.
La Congregación para las Causas de los Santos, con la aprobación del Papa Francisco, promulgó un decreto que reconoce las “virtudes heroicas” de Francisca de la Concepción, el 29 de septiembre de 2020. El reconocimiento de un milagro abriría la puerta a su beatificación.
El Papa aprobó la publicación de 4 decretos relativos a: un milagro atribuido a la intercesión de una laica italiana, el martirio de 4 sacerdotes españoles y las “virtudes heroicas” de dos monjas españolas.
Francisca Pascual Doménech nació el 13 de octubre de 1833 en Moncada (Valencia), España, según su biografía publicada en español en la página web de la Congregación de las Hermanas Franciscanas de la Inmaculada. Fue bautizada en la parroquia de San Jaime, donde recibió el sacramento de la confirmación en 1849.
Desde muy joven comenzó a trabajar en una fábrica de seda en su propia ciudad. Más tarde, debido a la crisis de la seda, la fábrica fue cerrada y la familia de Francisca se trasladó a Valencia donde trabajó como empleada doméstica.
Francisca descubre la llamada de Dios a una edad muy temprana, ve en Él “su único tesoro”. Quiere entrar en el Beguinaje de las Hermanas Terciarias de San Francisco, pero su petición es rechazada por falta de espacio. Francisca persistió y se mudó a un hueco de escalera donde vivió sus primeros años de vida.
Pero para Francisca, el estilo de vida del Béguinage no parece ajustarse al carisma franciscano, y propone a sus compañeros establecer una vida común tal como la entendía san Francisco. La mayoría de los terciarios aceptaron su propuesta, el arzobispo de Valencia, Mariano Barrio, aprobó sus nuevas constituciones, y el 27 de febrero de 1876. Las hermanas comenzaron a llevar una vida común, dedicándose, en particular, a la educación cristiana de los niños y jóvenes, los ciegos, los sordomudos y la protección de las jóvenes.
Así comienza la Congregación de las Hermanas Franciscanas Terciarias de San Francisco de Asís y de la Inmaculada Concepción, hoy la Congregación de las Hermanas Franciscanas de la Inmaculada. El 9 de abril de 1902 se obtuvo de la Santa Sede la aprobación definitiva de las Constituciones y el estatuto de Congregación de Derecho Pontificio.
La madre Francisca murió el 26 de abril de 1903 en Moncada. Antes de su muerte, la congregación se estableció en las provincias de Valencia, Alicante, Salamanca, Cáceres y Teruel, con un total de 29 casas y más de doscientas hermanas.