El santo padre Francisco ha iniciado su última jornada del viaje apostólico a Corea con un breve encuentro con los líderes coreanos de distintas confesiones y religiones. El Papa ha llegado a la catedral de Myeong-dong en torno a las 9.00 hora local, y ha sido recibido por el Rector delante del edificio de la vieja Curia. Allí, en una sala, ha saludado a los distintos líderes religiosos. Francisco, muy sonriente, ha dado la mano a cada uno de ellos, ha intercambiado unas breves palabras y ha recibido algunos presentes.
Finalmente, el Santo Padre les ha dirigido unas palabras de forma improvisada, en español, mientras lo traducía al coreano un sacerdote que se encontraba junto a él. «La vida es un camino, un camino largo, pero un camino que no se puede caminar solo, se tiene que caminar con los hermanos en la presencia de Dios», ha iniciado el Papa. Asimismo les ha agradecido «este gesto de caminar juntos en la presencia de Dios, que fue lo que le pidió Dios a Abraham». Y así, ha reconocido que «somos hermanos, nos reconocemos como hermanos, caminamos. Que Dios nos bendiga y por favor les pido que recen por mí».
Para concluir el encuentro, se han hecho un foto de grupo y el Santo Padre se ha despedido.