(zenit – 20 oct. 2020)-. “En estos tiempos difíciles, se necesitan palabras de paz y esperanza que indiquen un futuro para la humanidad abrumada por la pandemia. La gente siente la necesidad de rezar”.
“La oración nos saca de nuestro victimismo, abre nuestros oídos y corazones a las necesidades de los que sufren y nos empuja a hacer algo, porque la oración está siempre en la raíz de la paz”.
“Es hora de redescubrir una fraternidad universal, de abrir los ojos a los muchos conflictos aún en curso y de hacer una invocación concertada de todas las tradiciones religiosas a Dios”.
En una entrevista exclusiva concedida a zenit en Roma, el presidente de la Comunidad de Sant’Egidio, Marco Impagliazzo, pronunció estas palabras de aliento y consuelo antes de que hoy, 20 de octubre, el Papa Francisco participe de nuevo en el Encuentro Internacional de la Comunidad de Sant’Egidio en el Espíritu de Asís de este año sobre el tema “Nadie se salva a sí mismo. Paz y Fraternidad”, promovido por la Comunidad de Sant’Egidio (presidida por Impagliazzo).
Este encuentro recuerda cada año la histórica Jornada de Oración por la Paz convocada en Asís por el Papa Juan Pablo II en 1986, con representantes de todas las religiones del mundo.
Normalmente, en los últimos eventos, se reunían cientos de líderes y representantes de las principales religiones del mundo, procedentes de más de 50 países de todo el mundo. Este año, por sensibilidad a la pandemia de COVID, la Ceremonia de Oración por la Paz tendrá lugar por la tarde en el emblemático Campidoglio de Roma con líderes interreligiosos e importantes funcionarios.
El presidente de la República Italiana, Sergio Mattarella, realizará una intervención. Todos los que deseen seguir a través del streaming pueden hacerlo a las 16 horas de hoy desde la página de Facebook de zenit.
Cada año desde 1987, este Encuentro de Oración por la Paz se ha celebrado en una ciudad diferente de Europa. zenit ha viajado para cubrir los últimos encuentros, incluyendo los de Bolonia y Madrid.
Este año, nuestro corresponsal se traslada desde el Vaticano al centro de Roma, dado que hace un año, antes del brote de coronavirus, se decidió que la capital italiana fuera el lugar de celebración para 2020. En esta entrevista, Impagliazzo habla sobre el significado de este encuentro en medio de una pandemia y de la publicación a principios de este mes de la nueva encíclica social del Papa Francisco, Fratelli Tutti.
También expresa sus esperanzas personales para el encuentro de este año y reflexiona acerca de la repetida presencia del Papa en este evento interreligioso, la colaboración de Francisco con la Comunidad y sus iniciativas locales e internacionales, y cómo esto no es nuevo, sino que se remonta a su época como arzobispo de Buenos Aires.
El Santo Padre “¡No ha cambiado desde que se convirtió en Papa!”, declara Impagliazzo a zenit.
A continuación, sigue la entrevista exclusiva con la corresponsal principal de zenit en el Vaticano para el encuentro anual que se celebra este año en la Ciudad Eterna.
***
zenit: La Oración por la Paz de este año tiene lugar en medio de una pandemia. ¿Por qué esta reunión, aunque sea diferente a las de otros años, es especialmente significativa?
Marco Impagliazzo: El 34º encuentro interreligioso por la paz en el Espíritu de Asís tiene lugar este año en medio de la emergencia de la COVID-19 en una sola sesión, en la tarde del 20 de octubre, en Roma, en la Colina del Capitolio. Deseábamos con fuerza este día de oración por la paz y lo organizamos cumpliendo plenamente con todas las normas de higiene y salud, porque en estos tiempos difíciles, se necesitan palabras de paz y esperanza, que indiquen un futuro para la humanidad abrumada por la pandemia.
La gente siente la necesidad de rezar, como nos dimos cuenta al principio de la propagación del coronavirus, momento en el que todo estaba cerrado y muchos se unieron a nuestra oración transmitida en línea todas las tardes en el sitio web www.santegidio.org.
“Nadie se salva a sí mismo. Paz y Fraternidad”: este es el título que hemos elegido, inspirado en las palabras del Papa Francisco en la inolvidable vigilia de oración del pasado 27 de marzo en la plaza de San Pedro. Es hora de redescubrir una fraternidad universal, de abrir los ojos a los numerosos conflictos que aún están en curso y de hacer que una invocación concertada de todas las tradiciones religiosas se eleve a Dios.
zenit: Esta es la segunda vez que el Papa Francisco ha estado físicamente presente en este encuentro anual interreligioso (ahora en Roma, y anteriormente en Asís). Como presidente de la Comunidad, ¿qué supone esta clara cercanía del Papa? Después de todo, es poco habitual contar con la presencia repetida del Santo Padre en los eventos, y no solo lo ha hecho, sino que ha colaborado repetidamente con la Comunidad y a través de varias iniciativas….
Marco Impagliazzo: Estamos agradecidos al Papa Francisco por la amabilidad y el afecto con el que sigue tantas iniciativas de Sant’Egidio. Lo conocimos en Buenos Aires, cuando como arzobispo iba a menudo a visitar nuestras escuelas de paz en las Villas Miserias y presidía la liturgia del aniversario de la comunidad. Es un hombre de oración, atento a la gente, abierto al encuentro con todos y apasionado por la vida de las periferias.
¡No ha cambiado desde que se convirtió en Papa! Por esta razón, su primer viaje fuera de Roma fue a Lampedusa, la isla del Mediterráneo donde muchos emigrantes perdieron la vida tratando de llegar a Europa.
¿Y cómo podemos olvidar su viaje a Lesbos? En abril de 2016, desde esa isla griega que se ha convertido en un símbolo de cierre y rechazo, Francisco, junto con el patriarca Bartolomé -con quien se reunirá de nuevo esta noche en el Campidoglio-, quiso enviar un mensaje a Europa: no olvidéis a los que huyen de la guerra y del sufrimiento a las puertas de nuestro rico mundo. Desde Lesbos, quiso regresar a Roma con algunas familias sirias, acogidas en colaboración con Sant’Egidio, que recientemente había abierto el camino de la salvación de los corredores humanitarios.
zenit: ¿Cuál es el significado del encuentro de este año a la luz de Fratelli Tutti, la nueva encíclica social del Santo Padre sobre la fraternidad humana y la amistad social?
Marco Impagliazzo: De la encíclica Fratelli tutti viene el mensaje de que la crisis solo puede ser superada juntos. Es necesario derrotar la lógica de “sálvese quien pueda”, que – escribe el Papa – “se traducirá rápidamente al ‘todos contra todos’, y esto será peor que una pandemia”.
En el Campidoglio, los representantes de las distintas religiones darán el ejemplo de una humanidad amistosa, fraternal y solidaria humanidad, que elige permanecer unida, a pesar de las diferencias, para hacer frente al enemigo común, que es la pandemia, pero también a la violencia, el odio, la injusticia, la cultura de usar y tirar a los ancianos, principales víctimas del virus.
Por supuesto que habrá espacio para la oración, cada uno según su propia tradición, en diferentes lugares, pero después los líderes religiosos se reunirán en el mismo lugar para indicar a los representantes de las instituciones y la política, incluido el presidente de la República Italiana Sergio Mattarella, el camino hacia un futuro después de la pandemia.
Existe, en efecto, el riesgo de desanimarse, de aturdirse y de cerrarse después de estos meses duros y difíciles que están provocando una gran crisis económica y social, que afecta a la vida de muchas personas y que ha empobrecido a todos. Por esta razón, las palabras de la oración por la paz tendrán un gran significado y darán a todos más valor no solo para superar esta crisis, sino también para dar esperanza a los que han sido más afectados por ella.
zenit: ¿Qué frutos espera que el encuentro de este año ofrezca al mundo?
Marco Impagliazzo: Desde el Campidoglio, el Papa y los representantes de todas las Iglesias cristianas y las grandes religiones del mundo lanzarán un llamamiento a la paz y a la fraternidad, mientras todavía hay muchas guerras en el mundo.
Pienso en Siria, una guerra que se prolonga desde hace diez años ante la indiferencia general, mientras que millones de personas, entre ellas muchos cristianos, han abandonado el país; y en el norte de Mozambique, un país que nos es tan querido después de la paz firmada gracias a la mediación de Sant’Egidio, ahora golpeado por violentos atentados terroristas de yihadistas que han causado numerosas víctimas y más de 300.000 desplazados internos.
Un pensamiento especial se dirigirá a Sudán del Sur, un país con el que Francisco se comprometió personalmente, recibiendo a sus dirigentes en la Cuaresma de 2019, y con el que Sant’Egidio trabaja desde hace años por la reconciliación nacional. La semana pasada, en Roma, se llegó a un importante acuerdo de desarme, gracias a la iniciativa comunitaria. Para hacer la paz, se necesitan iniciativas de oración y de paz.
zenit: ¿Desea añadir algo más?
Marco Impagliazzo: Esta oración por la paz supone escuchar las voces de los muchos que sufren por las guerras y la pandemia. La oración nos saca de nuestro victimismo, abre nuestros oídos y corazones a las necesidades de los que sufren y nos empuja a hacer algo, porque la oración está siempre en la raíz de la paz.