(zenit – 8 nov. 2020).- Joan Roig Diggle ya es beato. La Iglesia archidiocesana de Barcelona celebró la beatificación del joven, nacido en la archidiócesis de Barcelona y martirizado por su fe el día 12 de septiembre de 1936.
El sábado 7 de noviembre, a las 11 horas, la basílica de la Sagrada Familia acogió la Misa presidida por el cardenal Juan José Omella, arzobispo de Barcelona y concelebrada por el arzobispo emérito, el cardenal Lluís Martínez Sistach y el nuncio apostólico, Bernardito Auza.
El acto se celebró con una capacidad reducida en un tercio del aforo debido a las actuales circunstancias sanitarias, que también obligan a otras medidas de prevención como por ejemplo mantener una distancia mínima de 1,5 metros, llevar obligatoriamente mascarilla o lavarse las manos con gel hidroalcohólico cuando sea necesario.
Homilía del cardenal Omella
De acuerdo a la archidiócesis de Barcelona, en la homilía, el cardenal Omella recordó que el 3 de octubre de 2019, “el Papa Francisco nos sorprendió gratamente con la aprobación del Decreto de Beatificación de un joven de nuestra archidiócesis: Joan Roig Diggle”.
Este evento se ha realizado en el marco del año pastoral del trabajo con los jóvenes, para quienes Joan es “un testimonio de amor a Cristo y a los hermanos”.
Además, la fecha escogida por la Congregación de los Santos para la celebración de su beatificación coincide precisamente con el día en que se conmemora el décimo aniversario de la dedicación de esta basílica barcelonesa por el Papa Benedicto XVI.
El también presidente de la Conferencia Episcopal Española habló de los rasgos característicos de Joan Roig Diggle y de su familia, “profundamente creyente”, que tuvo cuatro hijos a los que supieron dar una sólida educación cristiana.
Enamorado de la Eucaristía
Nacido en Barcelona en 1917 el beato deseaba ser sacerdote y era un enamorado de la Eucaristía y un apóstol de los obreros. “En palabras del Papa Francisco podemos decir que Joan aceptó la invitación de Cristo para unirse a la ‘revolución de la ternura’” (EG 88), expuso el purpurado.
En septiembre de 1936, en la Guerra Civil española, fue apresado por un grupo de milicianos y conducido al cementerio de Santa Coloma de Gramenet, donde fue martirizado. No obstante, “respondió con amor y perdón a la violencia recibida”.
Joan Roig, subrayó el cardenal español, puede ser un modelo de vida cristiana para los jóvenes y adultos de nuestra sociedad, ya que “la profunda amistad con Dios, la oración, la vida Eucarística, una fe vivida en comunidad, su sensibilidad ante las injusticias de su tiempo y el ardor apostólico de nuestro joven beato nos unirán más a Cristo y a su Evangelio”.
Justicia social, acción y oración
Del mismo modo, el arzobispo remarcó que el nuevo beato supo reconocer “la existencia de un anhelo de justicia social” en el seno de la sociedad. Joan, “consciente de esta situación, similar a la que actualmente nos toca vivir, quería transformar la sociedad, pero no desde la violencia, sino desde el Evangelio que se concreta en la Doctrina Social de la Iglesia”, describió.
“Joan fue un hombre de acción y de oración, un verdadero testimonio del amor a Dios y a los hermanos. Su unión a Dios le llevó a entregar la propia vida tal como lo hizo Cristo”. Incluso “en el momento más duro de su vida, Joan dio testimonio del Evangelio, hablando de Cristo a aquellos que lo iban a matar”, agregó.
Biografía
Joan Roig Diggle fue un joven laico que murió con 19 años a los inicios de la Guerra Civil. Nació en la Barcelona de 1917 en una familia catalano inglesa. Su educación empezó en los Hermanos de La Salle. Para iniciar el bachillerato se trasladó a los Escolapios de la calle Diputación.
Un problema económico hizo a la familia Roig Diggle, trasladarse al Masnou. Su llegada al Masnou es un gran cambio para Joan Roig, puesto que entra en la Federación de Jóvenes Cristianos de Cataluña.
Joan Roig y Diggle, participaba en las tareas de la Federación, y fue nombrado vicepresidente del Consejo Comarcal de la Federación del Maresme. Un líder nato al que en estas fechas había que eliminar “cueste el que cueste”.
De acuerdo a uno de sus biógrafos “el único motivo por el cual lo mataron fue porque era católico”. Así mismo aseguró que el joven Diggle “murió porque no tenía miedo de defender a Cristo”.
Martirio
La noche del 11 de septiembre de 1936, unos milicianos golpearon la puerta de la casa de Joan Roig. Consciente de lo que iba a pasar sumió las Sagradas Formas como viático y se despidió de su madre en inglés diciendo: “God is with me”, “Dios está conmigo”.
Joan Roig Diggle fue asesinado de cinco tiros dirigidos a su corazón y uno de gracia en la nuca. Las últimas palabras que salieron de sus labios fueron: “Que Dios os perdone como yo os perdono”.
