Por: P. Jorge Enrique Mújica, L.C.
El portal especializado en ciencias Science Direct publicó en su edición de inicios de mayo un trabajo que aborda la relación entre fe y medicina en el contexto de la pandemia.
En el artículo titulado “Which Saint to pray for fighting against a Covid infection? A short survey” (“¿A qué santo rezar por luchar contra una infección por Covid? Una breve encuesta”) los autores profundizan en la invocación de los santos como práctica que muchos pacientes realizan, subrayando que actualmente sigue siendo una práctica común tanto en la Iglesia católica como en la ortodoxa: “En particular la religión católica romana es rica en santos que desempeñan el papel de intercesores entre la omnipotencia de la divinidad y la demanda de sanidad divina que emana de un mortal”, dice la publicación.
El artículo se centra en la invocación religiosa como recurso por el que tantos seres humanos se han decantado en pandemia. Los investigadores Perciaccante, Coralli y Charlier realizaron la investigación por medio de sus perfiles en Twitter y Facebook planteando esta pregunta: “¿Por qué santo rezarías por luchar contra una infección por Covid?”.
Contestaron 1158 personas, especialmente franceses e italianos. Santa Rita de Cascia, patrona de las causas difíciles, fue la santa más invocada. De acuerdo a la investigación, ese lugar y lo específico de su intercesión indicaría un carácter pesimista y fatalista de la situación actual.
En segundo y tercer lugar están san Roque y san Sebastián, santos contra la peste. Al respecto dicen los investigadores: “Los resultados sobre los tres primeros lugares sugieren que la elección del santo a invocar parece estar influida principalmente por la conciencia sobre la dificultad de la actual situación pandémica y por un buen conocimiento de la tradición católica por parte de las personas que participan en la encuesta”.
Los siguientes santos mejor posicionados en la encuesta son san Antonio el Grande, san Adrián de Nicomedia, santa Agrícola de Aviñón, san Edmundo mártir y san Quirino de Neuss.