Un comunicado de la la Conferencia Episcopal de Guatemala expresó las preocupaciones de los obispos por una serie de hechos, como la inmigración incontenible hacia Estados Unidos; el desempleo en particular de los jóvenes; la violencia que no decrece. E invitó a un diálogo nacional para enfrentar los problemas y hallar soluciones. A continuación el texto de la Conferencia Episcopal de Guatemala.
“En coherencia con nuestro compromiso para que nuestros pueblos en Cristo tengan vida, la Conferencia Episcopal de Guatemala desea expresar públicamente sus preocupaciones ante hechos del acontecer nacional que merecen un juicio ético desde el Evangelio de Jesús.
Realidades actuales que nos preocupan
La migración hacia el norte sigue siendo un fenómeno incontenible. Se agrava más porque en los últimos dos o tres años involucra a menores de edad que son enviados desde acá por sus familiares, que parten en busca de sus padres que están indocumentados o que huyen de la violencia en sus lugares de origen y a veces en sus mismos hogares. La migración refleja la búsqueda de oportunidades que aquí no se encuentran, el deseo de trabajar para sostener a la familia y el deseo de reunificación familiar. Cruzar México se ha vuelto cada vez más peligroso y la actuación de muchas autoridades migratorias y de seguridad deja mucho que desear. Ello sin embargo no disuade a la población, especialmente a la joven y masculina, de seguir intentándolo. La migración es una radiografía de nuestras carencias, de la penetración del crimen organizado en amplios sectores de la geografía nacional, del incremento de mafias criminales que lucran con el tráfico de personas y de la falta de oportunidades. La reforma migratoria en USA no se inclina a favorecer la migración sino a restringirla.La migración solo disminuiría si en el país crecieran las oportunidades de ingreso, se facilitara mayor inversión de capital y se dieran políticas públicas orientadas no solo al gasto público, al derroche clientelar o a la corrupción pura y dura sino al favorecimiento de generación de empleos productivos.
El desempleo crece ya queel grueso de la población joven se suma a la población desempleada o sub empleada. Los datos apuntan a que solo una pequeña minoría consigue empleo formal. El resto de nuestra juventud enfrenta el dilema de la migración, la informalidad o el crimen como estrategias de sobrevivencia. Si bien el salario mínimo es de los más altos en relación con otros países de la región, no siempre se cumple con él, especialmente en el mundo campesino, obrero e indígena. Además el costo de la canasta básica sube y el salario no es suficiente para sostener con dignidad a las familias. En el mundo rural el sueldo mínimo es pagado solo en una minoría de casos.Pero el fenómenorefleja, más que la existencia de algunos patronos sin escrúpulos, la realidad de pequeños talleres y comercios en que muchos empleados son parientes o vecinos del dueño que, enfrentado a tener que pagar un sueldo mínimo debería cerrar y destruirse así muchos miles de malos empleos, pero empleos al fin. En esa dirección hay una propuesta de que el salario mínimo lo fijen por municipalidades. Lamentablemente las maquilas, que son una fuente considerable de trabajo, muchas veces fallan en la consideración de la dignidad de los trabajadores.
La violencia persiste, es un drama cotidiano que nos desangra y que nos deshumaniza.Se muestra asíla enorme debilidad del Estado en todo el sistema de justicia y la falta de respeto al Estado por parte de quienes infringen gravemente la ley. La economía del crimen crece sin cesar, genera más empleos que la mayoría de sectores productivos y corrompe profundamente a nuestra juventud.
La electricidad generada por hidroeléctricas es más amigable con el ambiente y más barata que la producida con combustibles. Somos un país con abundantes recursos hidráulicos y explotarlos racionalmente con vistas al bien común y al abaratamiento de la electricidad es necesario. Es importante sin embargo que las comunidades aledañas no vean a las hidroeléctricas como enemigas. Para ello se requiere un trabajo de sensibilización, de proveer de información adecuada a las mismas comunidades, de otorgar beneficios locales proporcionados pero también es necesario rechazar acciones violentas por parte de grupos infiltrados en las comunidades a quienes lo que menos les interesa es el bien común aunque a veces se arroguen el derecho a hablar por las comunidades y a manipularlas. El papel del Estado en la mediación, información, arbitraje de conflictos y aplicación de la ley es imprescindible en este horizonte.
Un asunto de graves consecuencias pues afecta la salud de los guatemaltecos es laproblemática del alto costo de las medicinas y su acceso a la mayor parte de la gente. Guatemala es uno de los países con medicinas más caras en el mundo. En viajes al exterior hemos observado medicinas no genéricas, con los mismos nombres comerciales que tienen en Guatemala y con costos 5 o 6 veces inferiores a los nuestros. Abaratar a niveles de mercado las medicinas parece una demanda razonable y denunciar la manipulación de precios y los oligopolios es también justo.
Persistendudas muy serias sobre las concesiones mineras en el país. El Estado debe velar para que todo proyecto de explotación minera esté al servicio del desarrollo de la población. La explotación de recursos no renovables debe tener como resultado beneficios perdurables para el país.Algunas concesiones se han dado con estudios de impacto ambiental poco serios y de dudosa calidad técnica. No se han respetado las consultas comunitarias que con grandes esfuerzos hacen las comunidades mientras el Estado no los apoya. No se atiende tampoco a recomendaciones de los estudios hechos sin ánimo de lucro. Hay serias dificultades para abordar la problemática minera en un marco que tenga el bien común del país como horizonte último.
En el ámbito de lo legal, denunciamosel abuso de los amparos como estrategia para dilatar o enredar sentencias, con la secuela de injusticias contra gente inocente. Justicia retardada e incumplida es lo que más vemos contra el aforismo legal de que la justicia ha de ser pronta y cumplida.
Principales sugerencias de acción:
Creemos importante el establecimiento de un diálogo nacional que busque alcanzar consensos en temas de fondo y que tenga el suficiente músculo político para enfrentar con acciones algunos de los problemas de fondo ya señalados.
Poner atención a una nueva ley de minería y de hidroeléctricas, que responda, en primer lugar, al bien común nacional, que atienda en lo posible a las demandas locales y juzgue, con nacionalismo, a los intereses del capital transnacional, de los consorcios y de los políticos.
Nuevas y eficientes políticas en favor de un sistema integral de salud para todos los ciudadanos, que como consecuencia logren el acceso a medicamentos y control de los precios cuando sabemos que las medicinas en Guatemala son mucho más caras que en países vecinos.
Debe entenderse que debido a las secuelas de los años de guerra y del papel del ejército en esos años, las poblaciones no aceptan con serenidad la presencia de efectivos del ejército y su control sobre los conflictos. También los líderes locales de comunidades que enardecen hacia la violencia a sus seguidores deben entender su grave responsabilidad al respecto y las consecuencias de sus incitaciones.
Afinar y mejorar los mecanismos de consulta y diálogo que se requieren para ser eficaces ante los conflictos crecientes y crecientemente violentos.
Redoblar esfuerzos para promover la creación de puestos de trabajo es urgente pero ello evidentemente requiere de una mayor injerencia del Estado en la promoción pero también en el control y la defensa de las inversiones que s
on las únicas que pueden generar empleos productivos. Crear empleos incrementando el gasto público no es solución de país aunque es comprensible tentación local o gremial en muchas ocasiones.
Con Esperanza y Alegría:
Las preocupaciones que surgen ante las grandes dificultades que hemos de afrontar como cristianos y como guatemaltecos no han de quitarnos nunca la Esperanza ni la Alegría a las que el Papa Francisco nos está invitando constantemente. Que María, cuyo espíritu se alegra en Dios su Salvador, acompañe y anime siempre nuestro compromiso.
Guatemala de la Asunción, 1 de julio de 2014
+Rodolfo Valenzuela Núñez +Domingo Buezo Leiva
Obispo de la Verapaz Obispo Vicario de Izabal
Presidente de la CEG Secretario General de la CEG