Encuentro de Su Santidad Kirill con el Papa Francisco, Sumo Pontífice de la Iglesia Católica_12/02/2016.

Encuentro del Sumo Pontífice con el Patriarca Kirill. Foto: Yenny Muñoa / CubaMINREX

Papa Francisco escribe a Kirill por la Pascua: “Que el Espíritu Santo nos convierta en artífices de la paz”. Texto íntegro

“Que el Espíritu Santo transforme nuestros corazones y nos convierta en verdaderos artífices de la paz, especialmente para la Ucrania desgarrada por la guerra, para que el gran paso pascual de la muerte a la nueva vida en Cristo sea una realidad lo antes posible para el pueblo ucraniano, que anhela un nuevo amanecer que ponga fin a la oscuridad de la guerra”, le dice el Papa a Kirill.

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(ZENIT Noticias / Ciudad del Vaticano, 26.04.2022).- En ocasión de la festividad de la Pascua, que las iglesias ortodoxas y también algunas comunidades católicas como la ucraniana, celebran según un calendario diferente (este año el 24 de abril), el papa envió una carta al patriarca ruso Kirill. Ofrecemos el texto de la carta en una traducción al español.

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Su Santidad Kirill, Patriarca de Moscú y toda Rusia

“Fue atormentado y ulcerado, pero cura toda enfermedad y toda dolencia.

Subido a un árbol y clavado; pero nos restaura con el árbol de la vida…

Muere, pero da vida y destruye la muerte con la muerte.

Enterrado, pero se levanta. Desciende al infierno, pero saca almas de él»

(San Gregorio Teólogo. Palabra 29. Sobre Dios Hijo).

¡Su Santidad!

En su bondad, el Señor nos ha concedido una vez más la oportunidad de celebrar la Pascua. En estos días, cuando sentimos todo el peso del sufrimiento de los miembros de nuestra familia humana, aplastados por la violencia, la guerra y las múltiples manifestaciones de la injusticia, volvemos a admirar con el corazón agradecido que el Señor ha tomado sobre sí todo el mal y todo el dolor de nuestro mundo. Lo ha hecho para siempre y en todo el universo por la fuerza de su Cruz, confiándose filialmente en las manos del Padre (cf. Lc 23,46).

Obediente a la voluntad del Padre, en la unidad del Espíritu, Jesús entregó su vida para destruir la muerte. En verdad, la muerte de Cristo fue el comienzo de una nueva vida y la liberación de las ataduras del pecado y la ocasión de nuestra alegría pascual, abriendo ante todos los hombres el camino desde la sombra de las tinieblas a la luz del reino de Dios.

¡Querido hermano!: recemos unos por otros para hacer creíble el testimonio del mensaje evangélico de Cristo resucitado y de la Iglesia como sacramento universal de salvación, para que todos entren en el reino de «la justicia, la paz y la alegría en el Espíritu Santo» (Rm 14,17).

Que el Espíritu Santo transforme nuestros corazones y nos convierta en verdaderos artífices de la paz, especialmente para la Ucrania desgarrada por la guerra, para que el gran paso pascual de la muerte a la nueva vida en Cristo sea una realidad lo antes posible para el pueblo ucraniano, que anhela un nuevo amanecer que ponga fin a la oscuridad de la guerra.

Unidos en la oración mutua, encomendemos a nuestras Iglesias y a todos nuestros hermanos a la intercesión de María, Madre de Dios, que estuvo con su Hijo en su sufrimiento y en su muerte y participó en la alegría de su resurrección. Deseo sinceramente a Su Santidad una feliz y bendecida Pascua.

¡Feliz Pascua!

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Redacción Zenit

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