(ZENIT Noticias / Roma, 06.07.2023).- El pasado lunes 3 de julio el arzobispo de La Plata y nuevo prefecto del Dicasterio para la Doctrina de la Fe (DDF), envió una carta al personal de trabajo del DDF. La carta no es sólo un saludo sino que marca también algunos acentos empezando por la clarificación ya varias veces evidenciada acerca de que este nuevo cargo lo desempeñará «a su manera». Mons. Fernández subraya también algunas expresiones de la carta que el Papa le dirigió y que inspirarán su trabajo. Finalmente, revela que iniciará su trabajo en el DDF el 11 de septiembre. A continuación el texto de la carta:
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A los Miembros, Secretarios, Consultores y Funcionarios, Miembros de las Comisiones
y a toda la comunidad que trabaja en el Dicasterio para la Doctrina de la Fe
La Plata, 3 de julio de 2023
Queridos amigos:
Tras el nombramiento del Santo Padre, no puedo decir que me sienta adecuado para este cargo, pero ciertamente no me faltan la buena voluntad, el deseo de ser fiel al Papa y también una importante experiencia previa.
Siento el sano orgullo de ser el sucesor del Cardenal Ladaria, un hombre de fe al que admiro tanto por su sabiduría como por sus valores humanos. Es un buen ejemplo a imitar, aunque lo haré «a mi manera».
Llegados a este punto, no es que pueda decirles mucho. Pero queda muy claro que la carta enviada por el Santo Padre es una luz que debe guiarnos, no sólo como motivación genérica, sino como indicación muy práctica y concreta. Luego veremos cómo, pero basta estar atentos a ciertas expresiones: «finalidad principal», «necesitamos crecer en…», «más eficazmente que», «criterio fundamental», «lo esencial», «mayor peligro», «acoger el Magisterio reciente». Estas palabras son claves de interpretación que nos permiten reflexionar con calma para comprender el sentido de esta nueva etapa. Hablaremos de ello más adelante.
No diré más, porque me gustaría aprender con vosotros y caminar con vosotros. Comenzaré mi trabajo en torno al lunes 11 de septiembre. Sin embargo, antes de esa fecha pasaré a saludaros y a mantener otra conversación con el Cardenal Ladaria (ya estuve con él hace días en Roma).
Mientras tanto, le agradezco su generosa labor y le deseo muchos bienes. Que el Señor le conceda una frondosa bendición para su vida y su misión.
Con mucho afecto en el Señor.
Mons. Víctor Manuel Fernández