El Santo Padre ha recibido esta mañana a los sediarios pontificios con sus familiares para el intercambio de felicitaciones por el año nuevo. Francisco les ha recordado que estamos todavía en el tiempo litúrgico de la Navidad, que concluirá el próximo domingo con el Bautismo del Señor. «El misterio del nacimiento de Jesús nos llama a testimoniar en nuestra vida la humildad, la sencillez y el espíritu de servicio de Él nos ha enseñado».
El Colegio de Sediarios al que en la actualidad se ha unido el de los Palafreneros Pontificios, son considerados los más antiguos laicos al servicio del pontífice, más que la misma Guardia Suiza. La tarea principal de los sediarios era cargar la silla gestatoria que usaba al papa y así fue hasta el pontificado de Juan Pablo I, último papa en usarla. Actualmente cuidan del Palacio Apostólico y asisten en las audiencias del papa.
El Papa les ha indicado que «en vuestro trabajo cotidiano, tenéis la posibilidad de imitar estas características del Hijo de Dios ‘que no ha venido a ser servido, sino a servir'». Así, Francisco ha añadido que con esta actitud interior, el trabajo puede convertirse en un apostolado, una ocasión preciosa para transmitir a quienes encontráis la alegría de ser cristianos. Esto es posible, ha matizado el Papa, «si tenemos vivo el diálogo con el Señor en la oración, para crecer en su amistad y aprender de Él la disponibilidad a la acogida.
El Santo Padre ha admitido que en estos meses se ha dado cuenta de los ideales que animan el trabajo de los sediarios. «El amor a la Iglesia y a la Santa Sede, la cordialidad acogedora, la paciencia, la tranquilidad y la serenidad del comportamientos constituyen una buena tarjeta de visita para los que acceden al Palacio Apostólico para encontrarse con el Sucesor de Pedro», ha reconocido Francisco. Por todo ello, el Pontífice les ha dado las gracias y les ha dicho que «se siente en deuda con ellos».
Al concluir, también les ha dado las gracias por la ternura con la que cogen a los niños para acercárselos en las audiencias públicas. Francisco ha comentado que ha preguntado a uno de ellos: «Pero tú, ¿cuántos hijos tienes? ¡Porque sabes llevarles, se ve!»
Se tiene noticias del Colegio de «sediarios» desde el siglo XIV. Tal y como explicó Benedicto XVI en una audiencia con los sediarios pontificios, éste es un oficio antiguo, «que a lo largo de los siglos ha evolucionado según diversas modalidades, vinculadas a las costumbres y necesidades de los tiempos, y se ha ido consolidando a medida que se reafirmaba la función singular de la Iglesia de Roma y de su Obispo». La tarea de los sediarios está relacionada desde siempre con la Sede de Pedro. Desde los comienzos -explicó el papa emérito- desempeñaron diversas funciones, dependiendo del prefecto de los sagrados Palacios apostólicos o del mayordomo, funciones que, aunque de modo diverso, perduran en lo fundamental hasta hoy.