“La familia es el centro y conduce el crecimiento integral de la persona humana, esto lo deben entender nuestras autoridades”, dijo monseñor Claudio Giménez Medina, obispo de Caacupé (Paraguay) en su homilía ante miles de fieles que llenaban la plaza frente a la basílica, el 8 de diciembre, último día de la fiesta de Nuestra Señora de Caacupé, patrona de Paraguay. Según publica la agencia Fides, todas las autoridades nacionales asistieron a la celebración, entre ellos el presidente de la República Horacio Cartes.
Monseñor Giménez hizo referencia a la situación política y social del país en las últimas semanas “Gracias a Dios hay una indignación que surge en distintos sectores de la población, pidiendo justicia, y que ha dado resultados sorprendentes”, dijo el prelado.
Se refiere a la historia del senador acusado de fraude, ya expulsado del parlamento, y un grupo de senadores corruptos partidarios suyos. De hecho, hace dos semanas, la Cámara alta de Paraguay votó a favor de la revocación de la inmunidad parlamentaria del senador Víctor Bogado, acusado de estafa agravada, para que fuera juzgado por los tribunales. El asunto se hizo público y objeto de debate cuando un grupo de senadores trató de apoyarlo.
Este hecho provocó manifestaciones espontáneas por parte de grupos de jóvenes que protestaban contra el escándalo protagonizado por este senador que, entre otras cosas, hacía pagar a las arcas de un ministerio público sus gastos personales.
El obispo de Caacupé, durante la homilía invitó también indignarse por la violencia en curso, sobre todo en el norte, donde la misma mañana del 8 de diciembre, un soldado falleció y otro fueherido después de un enfrentamiento con presuntos miembros de la banda terrorista Ejército del Pueblo Paraguayo.
“En Paraguay hay males que afectan a la familia que deben ser tratados con urgencia, entre los cuales está la corrupción”, dijo monseñor Giménez, invitando a repudiar el tráfico de recomendaciones y el nepotismo.
“Las palabras transparencia, honestidad, no son palabras vacías sino que deben ser experimentadas y vividas por cualquier persona coherente”, reiteró el obispo de Caacupé, expresando su profundo pesar debido a que Paraguay sigue siendo uno de los países más corruptos del mundo: “¿Cuándo llegará el día en que podamos salir de este primado que nos hace sentir vergüenza?”. Al concluir, monseñor Giménez animó a los jóvenes a ser “protagonistas de la historia”.