TRÍPOLI, martes 20 de septiembre de 2011 (ZENIT.org).- «Libia ha cambiado, hay otros colores, se nota mayor serenidad», declaró el vicario apostólico de Trípoli, monseñor Giovanni Innocenzo Martinelli, tras su regreso a la capital libia después de un periodo de tratamiento médico en Italia.
“Mi primera impresión es positiva: se respira una atmósfera de tranquilidad y de paz», destacó a la agencia vaticana Fides.
«Por el momento, sólo puedo hablar de Trípoli, porque no sé lo que está sucediendo en el resto del país», precisó monseñor Martinelli.
Este domingo estaba previsto el anuncio de un Gobierno provisional de Libia, pero las diversas facciones del Consejo Nacional de Transición todavía no han llegado a un acuerdo para su formación.
Según el vicario apostólico de Trípoli, «el problema es la creación de un Gobierno para llevar al país hacia una situación más estable”.
“Vamos a ver cómo los diferentes componentes de la sociedad de Libia llevan a cabo esta transición -subrayó-. Espero con todo mi corazón que los libios puedan encontrar la paz y la reconciliación».
Mientras tanto, continúan los combates en Bani Walid y en Sirte, donde resisten las fuerzas fieles a Gadafi.
Sobre un posible reclutamiento, por parte de Gadafi, de un ejército de mercenarios, monseñor Martinelli expresó su preocupación.
«Le pido al Señor que Libia encuentre el camino de la paz -dijo-. Ruego también por Gadafi, para que pueda encontrar la paz y se reconcilie con su gente».
