Cardenales, obispos y ONG católicas “Por una agenda de la esperanza”

Urgen al G8 a dar pasos efectivos para garantizar una vida digna a cada uno

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ROMA, lunes, 6 julio 2009 (ZENIT.org).- El pasado 3 de julio una delegación de obispos de Nigeria, Ecuador, Francia e Italia se encontraron con los ministros italianos de Finanzas, Asuntos Exteriores y Trabajo. El secretario general del CIDSE (red internacional de agencias de desarrollo católicas) Bernd Nilles y el director de Voluntarios del Mundo-FOCSIV (red italiana de agencias de desarrollo) formaron parte de la delegación que, con una «Agenda de Esperanza» urge a los países del G8 a dar pasos efectivos para afrontar la crisis global en orden a garantizar condiciones dignas de vida para cada hombre y mujer del mundo.

«Por una Agenda de la Esperanza» son dos páginas de análisis y propuestas para que los gobiernos del G8 asuman sus responsabilidades y adopten concretas decisiones políticas para que los resultados puedan ser constantemente seguidos.

La iniciativa es promovida por Voluntarios del Mundo-FOCSIV y Retinopera, en colaboración con Acción Católica Italiana, Centro Turístico Juvenil, Agesci, Movimiento Católico de Trabajadores, Unión Nacional de Institutos e Iniciativas de Asistencia Social, Asociaciones Cristianas de Trabajadores Italianos, Renovación en el Espíritu, Movimiento Humanidad Nueva/Focolares y Coldiretti.

«Nuestro objetivo es poner en evidencia que ya está claro el fuerte vínculo entre pobreza, cambio climático, inmigración y guerra por el acaparamiento de los recursos», explica Sergio Marelli, director general de FOCSIV.

«La globalidad de la crisis exige una solución global –dice el documento–; nadie puede pensar y programar salir por sí solo. Hay que definir una agenda de esperanza que tenga como finalidad el desarrollo integral de la persona y de todas las personas». 

El 3 de julio el llamamiento fue entregado por una delegación de obispos y representantes de organizaciones, asociaciones y movimientos católicos del Sur y el Norte del mundo a los máximos representantes de las instituciones italianas. En particular, la delegación se reunió con los ministros italianos Giulio Tremonti, Franco Frattini y Maurizio Sacconi.

El 4 de julio, la delegación se trasladó a Milán para el momento conclusivo del evento: una misa de vigila presidida por el cardenal Dionigi Tettamanzi en la catedral de Milán.

Al final de la misa, la delegación se desplazó a la cercana Capellanía de los Inmigrantes de San Esteban Mayor para la lectura del llamamiento, para escuchar los testimonios de los obispos Emmanuel Badejo, de Oyo (Nigeria); Néstor Rafael Herrera, de Machala (Ecuador) y presidente de la Conferencia Episcopal Ecuatoriana; Alvaro Ramazzini, de San Marcos (Guatemala), y para un momento de espiritualidad animado por FOCSIV y las asociaciones implicadas en RETINOPERA y presidido por monseñor Arrigo Miglio, obispo de Ivrea y presidente de la Comisión Episcopal para los problemas sociales y el trabajo, la justicia y la paz.

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ZENIT Staff

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