CIUDAD DEL VATICANO, martes, 18 diciembre 2007 (ZENIT.org).- Benedicto XVI ha propuesto redescubrir el sentido de la Navidad, Dios que se hace Niño, pues de lo contrario esta fiesta pierde su sentido.
«Que la Navidad sea para todos la fiesta de la paz y de la alegría: alegría por el nacimiento del Salvador, Príncipe de la paz», deseó al concluir la última audiencia general del año 2007.
Según explicó el Santo Padre a los miles de peregrinos congregados en el Aula Pablo VI, «en Belén se manifestó al mundo la Luz que ilumina nuestra vida; se nos reveló el Camino que nos lleva a la plenitud de nuestra humanidad».
«Si no se reconoce que Dios se hizo hombre, ¿qué sentido tiene celebrar la Navidad? La celebración se vacía», reconoció.
«Ante todo –subrayó–, nosotros, los cristianos, tenemos que reafirmar con convicción profunda y sentida la verdad de la Navidad de Cristo para testimoniar ante todo la conciencia de un don gratuito que es riqueza no sólo para nosotros, sino para todos».
Al acercarse la Navidad, el Papa pidió rezar «para que se realicen las esperanzas de paz, de salvación, de justicia, de las que el mundo tiene necesidad urgente».
«Pidamos a Dios que la violencia se venza con la fuerza del amor, que los malos entendidos cedan el paso a la reconciliación, que la prepotencia se transforme en deseo de perdón, de justicia y de paz», exhortó.
El Papa deseó que «el augurio de bondad y de amor que nos intercambiamos en estos días llegue a todos los ambientes de nuestra vida cotidiana».
«Que la paz more en las familias y puedan pasar la Navidad unidas ante el Nacimiento y el árbol adornado iluminado», siguió deseando.
«Que el mensaje de solidaridad y de acogida que procede de la Navidad contribuya a crear una profunda sensibilidad hacia las antiguas y nuevas formas de pobreza, hacia el bien común, en el que todos estamos llamados a participar», añadió.
«Que todos los miembros de la comunidad familiar, en especial los niños y los ancianos, las personas más débiles, puedan sentir el calor de esta fiesta, y que se dilate después durante todos los días del año», añadió.
El anuncio de este mensaje, concluyó, es la esencia de la evangelización, que ha sido presentada por la «Nota doctrina sobre algunos aspectos de la Evangelización», recién publicada por la Congregación para la Doctrina de la Fe.
El obispo de Roma la quiso presentar como motivo de «profundización personal y comunitaria».
Según una nota de la Prefectura de la Casa Pontificia, en las 44 audiencias generales que ha celebrado Benedicto XVI en 2007 han participado 624.100 personas.