ROMA, miércoles, 13 diciembre 2006 (ZENIT.org).- El obispo Agathanghelos, de Fanarion, es director general de la organización «Apostoliki Diaconia», que en la Iglesia Ortodoxa de Grecia se ocupa de las misiones, de la formación de los seminaristas y de la actividad editorial.
«Apostoliki Diaconia» ayuda a las demás Iglesias, especialmente en África y Asia, financia la formación de los seminaristas en los países pobres, construye iglesias y hospitales, publica libros en lenguas locales (no sólo libros religiosos sino también opúsculos sobre salud, por ejemplo de prevención de enfermedades tropicales).
En la primavera de este año, el obispo Agathanghelos, con una delegación greco-ortodoxa, vino a visitar Roma para conocer mejor la tradición y la cultura de la Iglesia católica.
Según sus palabras, es importante descubrir todo lo que unía a las dos Iglesias en el primer milenio, cuando no estaban todavía divididas, conocerse mutuamente, escucharse y dialogar sin prejuicios. Todo esto, considera, será posible gracias a la oración y al amor mutuo que puede abatir las barreras del miedo.
–¿Qué piensa de las relaciones entre la Iglesia católica y la Iglesia ortodoxa de Grecia?
–Obispo Agathanghelos: La visita de Juan Pablo II a Grecia en 2001 fue decisiva en la mejora de las relaciones entre nuestras Iglesias. En el Areópago, el Papa se entrevistó con el arzobispo de Atenas y de toda Grecia Christodoulos. En los años posteriores a la visita, es decir, desde que presido «Apostoliki Diaconia», hemos estrechado relaciones con la Iglesia católica, especialmente con el Consejo Pontificio para la Promoción de la Unidad de los Cristianos.
Uno de los frutos de nuestra colaboración es la preparación de un facsímile del antiguo y ricamente decorado códice sobre las vidas de los santos «Menologio de Basilio II», que se conserva en la Biblioteca Vaticana. Es una obra importantísima porque fue realizada tras el período iconoclasta. Este códice marca un giro en la historia de la Iglesia de oriente, que de nuevo empieza a venerar iconos y descubre la importancia de la belleza.
Con motivo de la publicación del códice, invitamos a Atenas al cardenal Jean-Louis Touran, bibliotecario de la Santa Romana Iglesia, que llevó saludos de parte de Benedicto XVI. Enb esa ocasión, el arzobispo Christodoulos fue invitado a visitar el Vaticano.
El año pasado ofrecimos, a través de la Nunciatura Apostólica en Atenas, becas a treinta católicos para que pudieran visitar nuestro país, aprender la lengua, conocer nuestra cultura y la tradición ortodoxa. De este modo, los católicos podían acercarse a la «otra parte» de la Iglesia con la que durante mil años «fuimos uno».
[La segunda parte de esta entrevista se publicará este jueves, 14 de diciembre]