JERUSALÉN (ZENIT.org–Avvenire).-. El rabino Ron Kronish, personaje central del diálogo interreligioso en Tierra Santa ha llevado un mensaje de paz a Asís.
Es director del Interreligious Coordinating Council in Israel (ICCI), asociación fundada en 1991 que reúne a unos sesenta movimientos del judaísmo, cristianismo e Islam, comprometidos en la convivencia y la paz.
En el bolsillo llevaba una de sus oraciones preferidas. La reza todas las semanas en su
comunidad Kok HaNeshama. Se basa en la enseñanza del rabino Nachmar de Breslau.
Dice así: «Señor nuestro Dios, fuente de la paz y rey de la paz/ da la paz a tu pueblo Israel/ extiende tu paz a todas las criaturas./ Que desaparezca toda forma de odio y de celos/ de competición y de victoria del uno contra el otro./ Que reinen entre todos nosotros sólo amor y gran paz./ Que cada uno tome conciencia del amor que hay en su prójimo./ Así un día podremos conocernos y reunirnos/ hablarnos mutuamente y comunicarnos el uno al otro la verdad».
La oración, que el rabino Kronish ha llevado a Asís, tiene dos estrofas, una en árabe y una en hebreo, y se concluye con una invocación y un versículo del Salmo 150.
–¿Cuáles han sido las principales actividades del ICCI en un año en el que terror y violencia han arreciado en Tierra Santa?
–Rabino Kronish: Recuerdo algunas, para dar una idea. En el contexto de la promoción del diálogo judeo-islámico, hemos realizado un debate público sobre el «Martirio en el judaísmo y en el Islam». Luego, un curso de formación para mujeres judías y árabes, con el signo de la coexistencia y de la participación. Hemos promovido otras iniciativas de diálogo entre mujeres judías y árabes con un programa específico. En este año académico, se ha realizado un curso de 56 horas de actualización profesional para educadores sobre el tema «Valores comunes, fuentes diversas». El ICCI ha acogido la segunda conferencia sobre «Religión y ambiente».
En cuanto al diálogo judeo-cristiano, hemos acogido al cardenal Walter Kasper, presidente de la
Pontificia Comisión para las Relaciones con el Judaísmo, en visita en Jerusalén. Entre otros líderes, se entrevistó con presidente de Israel, Moshe Katsav y los dos grandes rabinos de Israel Meir Lau y Elibau Bakshi Doron. En el Museo de Israel, introdujo una conferencia-diálogo patrocinada por el IJCIR (el Consejo Judío en Israel para el diálogo Interreligioso).
Y recuerdo por último que, en cooperación con la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos, hemos producido un filme documental con el título «Yo soy José, vuestro hermano», que ya ha sido transmitido por la cadena televisiva ABC. Traza los cambios en las relaciones entre Iglesia católica y pueblo judío en la segunda mitad del siglo pasado, culminados con la peregrinación del Papa Juan Pablo II a Jerusalén. Estamos tratando de hacerlo transmitir por cadenas televisivas de Canadá, España, Australia y Sudamérica.
–¿Cómo se puede desarrollar el diálogo interreligioso en Tierra Santa. ¿Es posible que de las asociaciones e instituciones llegue a sinagogas y mezquitas?
–Rabino Kronish: Es esencial que pase del liderazgo religioso a las zonas periféricas de los países. Hemos empezado a hacer esto en pueblos y aldeas de Israel.
–Jerusalén es Ciudad de Dios y Ciudad de la Paz. ¿Es posible que el diálogo interreligioso promueva el principio de la soberanía divina sobre ella, no en el exclusivismo sino en la participación?
–Rabino Kronish: Jerusalén debe ser una ciudad en la que todos los creyentes puedan estar en condiciones de adorar a Dios, según la propia creencia, y en la que todos los pueblos puedan aprender a vivir en paz y en armonía, inspirados a actuar por el «imperativo divino».
Al despedirse, el rabino Kronish nos entrega el texto de una reciente iniciativa suya, un «llamamiento de emergencia», digamos un SOS, que el ICCI ha lanzado a los líderes políticos y religiosos para que se ponga fin al torbellino de violencia en la región, con su fardo de muertos y heridos. El llamamiento ha sido hecho también por tres importantes asociaciones, el «Three Faiths Forum» del Reino Unido, el «International Council of Christians and Jews», y la «World Conference on Religion & Peace».