Este martes estaba previsto el primero de los dos debates televisados en el que no comparecerá el candidato de la izquierda, Andrés Manuel López Obrador; sin embargo la asistencia de éste a la Asamblea de la CEM ha sido confirmada por su equipo de campaña, al igual que la de Felipe Calderón Hinojosa, candidato del gobernante Partido Acción Nacional, y de Roberto Madrazo Pintado, candidato del Partido Revolucionario Institucional.
Sin embargo, el objetivo de la 81ª asamblea de la CEM consiste en retomar la finalidad de la reestructuración, recordar el modelo aprobado para las Comisiones Episcopales, definir su operatividad y prever las consecuencias de la reestructuración, según el comunicado previo de la Presidencia, a cargo de monseñor José Guadalupe Martín Rábago, obispo de León.
Durante los cinco días de trabajos, los obispos dialogarán y decidirían la estructura de las comisiones episcopales con vistas a una mayor eficacia de su labor.
Sin descuidar este objetivo, la CEM ha sido la primera organización capaz de reunir, aunque por separado, a los tres candidatos a la presidencia del país.
A cada uno de los candidatos a la presidencia se le han concedido 90 minutos para exponer su programa de gobierno a la mayoría de los 115 obispos que conforman la CEM. De ese tiempo, 30 minutos serán para exponer sus plataformas de gobierno y el resto, en una sesión que se espera muy debatida, se dedicará a preguntas y respuestas.
El propio presidente de la CEM comentó, en rueda de prensa, que se espera que el debate de los «presidenciables» sea de propuestas que entusiasmen y que despierten el interés de los electores para que éstos dejen la apatía.
«Esa –dijo monseñor Martín Rábago en la rueda de prensa del domingo– es la oportunidad de los candidatos para que los mexicanos conozcan de cerca sus propuestas y se pueda superar el escepticismo».
Según las encuestas, la abstención del voto en las próximas elecciones podría llegar al 60% de los electores mexicanos.