El obispo de Ávila, monseñor Jesús García Burillo, ha hecho balance del año que ahora termina y lo ha calificado como «hermoso y positivo» para la diócesis, al haberse celebrado «algo tan importante» como el V Centenario del nacimiento de Santa Teresa. Lo hizo durante el tradicional encuentro de Navidad con los medios de comunicación, que tuvo lugar este lunes.
Asimismo, el prelado manifestó su deseo de que pueda seguir dando beneficios espirituales en el futuro, ya que, a su juicio, «esto es solo el comienzo. No volveremos a vivir otro año como éste en un futuro cercano, pero sí podemos seguir recogiendo los frutos que nos ha dejado el haber seguido los pasos y las enseñanzas de Santa Teresa».
De todos los actos celebrados a lo largo del V Centenario, el obispo de Ávila destacó el Encuentro Europeo de Jóvenes que acogió la diócesis el pasado verano, que aseguró “fue fantástico, donde se vio un modelo de juventud con futuro, responsable y con gran sentido social”.
En el mensaje de Navidad que dio el obispo, afirmó que “el niño Jesús, nacido en un pesebre, sin protección alguna fuera de sus padres, es un regalo de la misericordia de Dios para la humanidad». Por otro lado, pidió a los abulenses ser un poco como los pastores de Belén: humildes, vigilantes, y transmisores de la Buena Nueva. «Ciertamente no eran grandes santos, si nos referimos a personas de virtudes heroicas. Eran almas sencillas. Quizás en este retrato descubramos alguna semejanza con nosotros. El evangelio destaca una característica en estos hombres: eran personas vigilantes. Vigilantes porque pasaban la noche velando sus ovejas; pero también porque estaban dispuestos a oír el anuncio del ángel, la palabra de Dios. No estaban cerrados en sí mismos, tenían un corazón abierto», explicó monseñor Burillo.
Finalmente, el obispo quiso unir el V Centenario con el Año de la Misericordia, afirmando que «pasamos del año jubilar teresiano, que ha sido un torrente de vida para la provincia de Ávila, al Año de la Misericordia que también es un Año Jubilar y en el que la misericordia es un aspecto del amor que se convierte en atención o ternura hacia las personas”.