Llevar a los necesitados la caricia de Dios y transformar nuestra vida en un compromiso de misericordia para todos. Esta fue la invitación del papa Francisco en la audiencia mensual de sábado 20 de febrero, con motivo del Año de la Misericordia.
En esta mañana soleada y relativamente fría del invierno europeo, el Santo Padre llegó en el jeep abierto que recorrió los corredores de la Plaza de San Pedro, saludó a los files que allí le esperaban agitando pañuelos y banderas, y como es costumbre bendijo a su paso a varios niños.
El Pontífice ha recordado en su catequesis de la necesidad de empeñarse, y recordó que el Padre se ha empeñado donándonos a Jesús, y Jesús que es la expresión viviente de la misericordia del Padre se ha empeñado para donarnos la esperanza.
Así añadió que «el Jubileo de la Misericordia es una oportunidad para profundizar en el misterio de la bondad y el amor de Dios». En particular «en este tiempo de Cuaresma, la Iglesia nos invita a conocer cada vez más al Señor, y a vivir de manera coherente la fe con un estilo de vida que exprese la misericordia del Padre. Es un compromiso que asumimos para ofrecer a los demás el signo concreto de la cercanía de Dios».
«Comprometerse –prosiguió el Pontífice– es aceptar una responsabilidad con alguien, cumpliéndolo con una actitud de fidelidad, dedicación e interés; es tener buena voluntad y constancia para mejorar la vida».
El Papa añadió que «Dios se ha comprometido con nosotros. Primero, al crear el mundo y conservarlo, no obstante nosotros nos esforzamos en destruirlo». Pero que «su compromiso más grande ha sido darnos a Jesús y, en él, se ha comprometido plenamente restituyendo esperanza a los pobres, a cuantos estaban privados de dignidad, a los extranjeros, a los enfermos, a los prisioneros, y a los pecadores, que acogía con bondad».
Así a partir «de este amor misericordioso, nosotros podemos y debemos corresponder a su amor llevando a los demás la misericordia de Dios, con un compromiso de vida que sea testimonio de nuestra fe en Cristo».
Y al saludar a los peregrinos de lengua española, así como a los grupos venidos de España y Latinoamérica, les deseó «que este Jubileo pueda ayudarnos a experimentar el compromiso de Dios sobre cada uno de nosotros y, gracias a ello, transformar nuestra vida en un compromiso de misericordia para todos».
Estuvieron presentes en esta audiencia que se realiza después del regreso del viaje apostólico del papa Francisco a México, integrantes de la Federación Italiana de Asociaciones de donantes de sangre. Se ha celebrado además el jubileo de los trabajadores del sector turístico.
La audiencia concluyó con el canto de Padre Nuestro en Latín, e impartió su bendición apostólica a todos los presentes.
El Papa en la audiencia mensual por el jubileo de la misericordia
El Papa en la audiencia jubilar exhorta a "llevar siempre la caricia de Dios"
El Papa invitó a transformar nuestra vida en un empeño de misericordia para todos