(ZENIT – Roma). En Cuba, la Jornada Mundial de la Juventud con carácter nacional se celebrará del 28 al 31 de julio en La Habana. Para ello, han sido realizadas presentaciones del programa oficial en los centros catequéticos escogidos como sedes del magno evento juvenil católico.
“El objetivo fundamental de las presentaciones es que los jóvenes participantes puedan saber con exactitud el programa de la jornada y desde ahora comiencen a vivirla. Esto es sumamente importante para el equipo organizador, ya que la JMJ de La Habana durará solo cuatro días, pero los efectos de un encuentro personal con Cristo duran para siempre”, indicaron los organizadores.
Añaden que “en la misma fecha de la JMJ en Cracovia, con el mismo esquema y con los mismos temas, hemos preparado una Jornada en La Habana” y que “no queremos que sea algo solo nuestro, sino que queremos, desde aquí, unirnos en Comunión a Ud. y a todos los jóvenes allí reunidos”.
“Seremos 1400 jóvenes que, desde aquí, queremos vivir el Jubileo Joven junto a la Iglesia, que esos días tendrá su corazón en Cracovia” indican. Y si bien la lejanía y costos impiden ir a Polonia “desde aquí, viviremos la Bienvenida y proclamaremos el Evangelio. El jueves 28; rezaremos el Vía Crucis y atravesaremos la Puerta Santa de la catedral habanera. El viernes 29 tendremos nuestra vigilia, rezaremos ante Jesús Sacramentado, y tendremos la Tienda del Encuentro para acompañar a Jesús en la madrugada del sábado 30. Y finalmente, nuestros obispos cubanos nos enviarán a ser Testigos de la Misericordia en la Misa de Envío, el domingo 31″.
Esos días –prosiguen– tendremos también las catequesis con los obispos, una Feria de la Misericordia, una Misión Joven para anunciar a la Ciudad la gran noticia: «Dios es Padre de amor y misericordia”.
“Soñamos, sí –concluyen los jóvenes– estamos soñando mucho, y queremos que este sueño produzca un lío tal en los corazones de cada joven, que se sienta luego en cada rincón de nuestra Patria, Cuba. Y por ello le piden “un favor especial”: “Rece por nosotros, ténganos en sus oraciones”.
Concluyen la carta enviándole la credencial ‘número uno’ que identifica a los peregrinos en La Habana, y así con él serán “1.401 jóvenes cubanos”.