CIUDAD DEL VATICANO, lunes, 13 noviembre 2006 (ZENIT.org).- Benedicto XVI ha pedido encontrar una solución pacífica a la crisis provocada por el programa nuclear promovido por Corea del Norte e intensificar las ayudas humanitarias a la población civil.
Al recibir las cartas credenciales del nuevo embajador de Japón ante la Santa Sede, Kagefumi Ueno, el Papa alentó los esfuerzos de ese país «para contribuir al establecimiento de una paz justa y estable en el mundo, particular en el Lejano Oriente».
«En la crisis que experimenta actualmente esta región, la Santa Sede alienta negociaciones bilaterales o multilaterales, convencida de que la solución tiene que ser buscada a través de medios pacíficos y en el respeto de los compromisos asumidos por todas las partes implicadas para alcanzar la desnuclearización de la península coreana», afirmó el pontífice.
«En esta misma perspectiva, deseo vivamente que la comunidad internacional continúe e intensifique su ayuda humanitaria a las poblaciones más vulnerables, en particular, en Corea del Norte», concluyó.
El pasado 9 de octubre la comunidad internacional condenó con sanciones aprobadas por las Naciones Unidas un ensayo nuclear realizado por Corea del Norte.
Corea del Norte aceptó a inicios de noviembre poner fin al boicot que impuso en el último año al diálogo con la ONU, China, Japón, Rusia, Corea del Norte y Estados Unidos sobre su programa nuclear.
