El documento, redactado por el Consejo Pontificio para la Justicia y la Paz, firmado por el cardenal Renato R. Martino y por el obispo Giampaolo Crepaldi, presidente y secretario respectivamente del dicasterio vaticano, se publica mientras se encuentra reunido en Nueva York el Comité de la Asamblea General de la ONU para afrontar el argumento.
«Las armas no pueden ser consideradas un bien intercambiable», asegura la declaración escrita en inglés.
«Su posesión, producción y comercio tienen profundas implicaciones éticas y sociales y deben ser reguladas, prestando la debida atención a los principios específicos de orden moral y legal», añade.
El texto recuerda el llamamiento lanzado por Juan Pablo II con motivo de la Jornada Mundial de la Paz 1999 para que se adopten medidas apropiadas para «el control del comercio de armas convencionales a nivel global, regional y nacional».
«La Santa Sede está convencida de que un acuerdo de este tipo podría ser un paso importante hacia una verdadera cultura global de la paz, en la que cooperen los Estados, la sociedad civil y la industria militar, con responsabilidad y solidaridad, para lograr un mundo más pacífico y seguro», explica el documento.
