QUITO, jueves 11 de septiembre de 2008 (ZENIT.org).- El arzobispo de Quito, monseñor Raúl Vera Chiriboga, ha escrito una carta a sus diocesanos en la que convoca una vigilia de oración en toda la diócesis en defensa de la vida y la familia, según informa la agencia misionera de la Santa Sede Fides.
La convocatoria, para el domingo 14, festividad de la Exaltación de la Santa Cruz, se realiza con motivo del referéndum, el próximo 28 de septiembre, que decidirá sobre la nueva constitución del país.
La intención de estas vigilias, explica el arzobispo de Quito en su carta, es «promover la reflexión antes que la confrontación» de cara al referéndum, y teniendo en cuenta la tensión que está viviendo el país.
La decisión de votar «para los católicos debe estar iluminada por la Palabra de Dios y la Doctrina Social de la Iglesia. Siguiendo el ejemplo de Jesús, las grandes decisiones deben ir precedidas de la oración», explica el prelado.
Monseñor Vera pide oraciones «por el respeto a la vida, don de Dios y primer derecho, por la familia, iglesia doméstica y fundamento de la sociedad y por el respeto a cada persona», así como por que el próximo referéndum «se lleve a cabo con absoluto respeto a todas las personas, que se confronten ideas y cesen los odios».
Sobre el proyecto de nueva constitución, los obispos se han pronunciado ya en dos ocasiones recientes, la primera a través de un comunicado, el 28 de julio, y la segunda el pasado 18 de agosto.
En ambas declaraciones, los treinta y tres obispos ecuatorianos reiteraban su postura crítica ante una constitución que no respeta los «principios no negociables» del respeto a la vida, la familia, la educación y la libertad religiosa.
El proyecto constitucional «deja la puerta abierta a la supresión de la nueva criatura en el seno de la madre»; además de «equiparar a la familia la unión de personas del mismo sexo», advertían entonces los obispos.
Según Fides, miles de católicos han expresado su apoyo al presidente de la Conferencia Episcopal, monseñor Antonio Arregui, obispo de Guayaquil, por la postura mostrada por los obispos, a pesar de las críticas y amenazas recibidas.
También un grupo de líderes de la Iglesia evangélica se adhirieron al manifiesto de los obispos, que «encierra el pensar de la Iglesia y pueblo cristiano del Ecuador», afirman.
