BAGDAD, 21 agosto 2003 (ZENIT.org).- El sangriento atentado de este martes contra la sede de la ONU en Bagdad no debe desalentar el compromiso internacional para que Irak vuelva a la normalidad, afirma el nuncio apostólico en Irak.
Monseñor Fernando Filoni considera que la tragedia «no provocará un alto [en este compromiso], quizá un replanteamiento en la manera en que se tendrá que proceder, eso sí».
«Obviamente lo que ha sucedido no es algo que puede pasar sin ser tenido en cuenta, pero la gente tiene necesidad de normalidad y esto demuestra que hay gente que no quiere esta normalidad», explica en declaraciones a «Radio Vaticano».
«El pueblo espera que regrese cuanto antes esta normalidad, y que, por tanto, la autoridad local retome las riendas de la situación, que se promuevan las relaciones internacionales a nivel recíproco, entre Irak y los demás países», revela el representante pontificio, recogiendo el sentir popular.
Según el prelado, en este regreso a la normalidad, la primera prioridad es la «situación humanitaria: la situación de los hospitales, la seguridad interna y externa».
«En definitiva –aclara–, la gente necesita que se restablezcan todos estos aspectos y que se le dé una esperanza de vida futura, pero repito, no creo que se dé un alto en el compromiso, aunque ciertamente tendrá que tener lugar un replanteamiento».
