LES COMBES, lunes 20 de julio de 2009 (ZENIT.org).- El director de Salud del Vaticano ha invitado a evitar el alarmismo inútil ante la difusión de la gripe A.
Ante las noticias de muertes que propagan los medios de comunicación, el profesor Giovanni Rocchi reconoce que «nos encontramos en cierto sentido ante una sorpresa, aunque es una sorpresa relativa, pues tiene muchos precedentes, dado que la aparición de la cepa de un virus puede determinar oleadas de epidemia incluso fuera de la estación normal, el invierno».
El director de Salud vaticano ha explicado este lunes a «Radio Vaticano» que se estima que han fallecido en el mundo entre tres mil y cinco mil personas a causa de esta gripe, un porcentaje bajo con respecto a los millones de personas afectadas.
«Por tanto, la mortalidad específica es más bien baja, es más, es considerada muy baja –constata–. Ciertamente la difusión de la enfermedad es tan grande que después se registran importantes números de casos de muerte».
Según el médico, en estos momentos, las carreras de parte de las personas para vacunarse no son eficaces, «pues hasta que no esté listo y se verifique la eficacia y seguridad de la vacuna –es decir, que tenga los efectos colaterales mínimos– no estará en circulación».
«Por tanto, es inútil correr en búsqueda de una vacuna que no existe –concluye–. Cuando esté disponible, veremos como las autoridades sanitarias la distribuirán».
