El turismo, instrumento adecuado para impulsar la nueva evangelización

Reunión de los directores nacionales de la Pastoral del Turismo en Europa

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CIUDAD DEL VATICANO, jueves, 9 noviembre 2006 (ZENIT.org).- El turismo puede convertirse en un instrumento adecuado para impulsar una nueva evangelización. Es lo que se dijo en la reunión de los 16 directores nacionales de la Pastoral del Turismo en Europa, convocada por el Consejo Pontificio de la Pastoral para los Emigrantes e Itinerantes, celebrada en la sede del dicasterio, los días 6 y 7 de noviembre.

El encuentro de diálogo e intercambio de experiencias, para anunciar mejor Cristo a los turistas europeos, a los que visitan Europa, y a todos aquellos que, de un modo u otro, están relacionados con el turismo, tuvo como tema «El turismo, una realidad transversal: aspectos pastorales».

En la reunión, celebrada a los dos años del último Congreso Mundial de Pastoral del Turismo, en Bangkok, Tailandia, intervinieron también representantes de algunos dicasterios y organismos de la Curia Romana y el observador permanente de la Santa Sede ante la Organización Mundial del Turismo.

El cardenal Renato Raffaele Martino, presidente del Consejo Pontificio de la Pastoral para los Emigrantes e Itinerantes, en su saludo inaugural, subrayó que «cuando hablamos de ‘aspectos pastorales’ nos referimos a la misión misma de la Iglesia que es la de anunciar a Jesucristo, muerto y resucitado para nuestra salvación, en la realidad y en la complejidad del hoy de Dios que vivimos».
«El nuevo impulso misionero se expresa también en la creatividad manifestada en las respuestas a los nuevos desafíos, siempre crecientes, que el turismo nos presenta. Ciertamente será por tanto importante ver el camino emprendido por las diversas Iglesias locales en Europa, transversalmente, en el tratar de dar una respuesta evangélica a este ‘areópago de los tiempos modernos’ que es el turismo», añadió.

El purpurado afirmó que a este propósito será relevante la aportación de los diversos organismos de la Curia Romana para enriquecer esta experiencia, y dirigiéndose a los presentes, afirmó que su «aportación, por tanto, reforzará la capacidad de escucha de los otros desafíos eclesiales generando, en consecuencia, una más estrecha relación entre las diversas realidades presentes en el corazón de la Iglesia».

El 6 de noviembre, el arzobispo Agostino Marchetto, secretario del mismo Consejo Pontificio, introdujo los trabajos subrayando que «una nueva realidad como el turismo contemporáneo necesita también de una ‘evangelización nueva’. Nueva en su ardor, en sus método, en su expresión».

«La evangelización por tanto debe ser ardiente porque también en el mundo del turismo hay una realidad secularizante o atea o de indiferencia», explicó.

El arzobispo ilustró el tema del encuentro recordando que «los temas transversales tienen una especificidad especial: se trata de hecho de materia que, por su complejidad, atraviesa varios ámbitos de evangelización, y presenta en nuestro caso un conjunto de cuestiones de relevancia que deben ser tratadas en su totalidad».

En una entrevista concedida a Radio Vaticana, el arzobispo Marchetto afirmó que «el número de turistas internacionales en Europa fué de 441 millones de personas en 2005», mientras que a nivel mundial las cifras están en torno a los 800 millones. «La región europea con mayor afluencia de visitantes es la meridional, con unos 158 millones de turistas internacionales».

«De los diez países que en el mundo reciben el mayor número de turistas, seis son europeos –Francia, España, Italia, Reino Unido, Alemania y Austria–. Es considerable el número de las personas que trabajan en el turismo a nivel mundial, unos 200 millones de asalariados que, se dice, es el mayor número de empleados en un sector económico», añadió.

En su intervención, el arzobispo subrayó la necesidad de «señalar los modos por los que la Iglesia pueda reforzar su presencia en el mundo del turismo en su transversalidad, con posibles diversas direcciones a seguir, teniendo en cuenta los diversos países, en el contexto europeo».

«Con tal visión de conjunto, lo que me importa subrayar, justo por la característica transversalidad del turismo, es la necesidad para quien tiene en el una responsabilidad ya sea en la administración pública, en la iniciativa privada, las empresas, los hoteles, los tour operadores… de intensificar y estructurar la colaboración, también con nosotros», precisó.

El arzobispo subrayó la necesidad de intensificar la formación de los agentes pastorales y de los fieles y afirmó: «Si seguimos atestiguando que el turismo es un instrumento de diálogo, de promoción de la paz, de ayuda al desarrollo, de conocimiento de la memoria de otros pueblos, de crecimiento espiritual, para realizarlo así necesitamos personas capaces de traducir tal convencimiento en realidad».

«Somos por tanto agentes, también nosotros, de un turismo con rostro nuevo, con un alma o un suplemento de alma», concluyó.

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ZENIT Staff

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