En marcha una peregrinación especial a Guadalupe

1.200 km emigrantes en bicicleta para ver a la Virgen

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DOCTOR MORA, lunes 12 de julio de 2010 (ZENIT.orgEl Observador).- Una peculiar peregrinación a la Basílica de Guadalupe se está celebrando para llegar, el domingo 18 de julio al Santuario Guadalupano del Tepeyac junto con la peregrinación anual de la diócesis de Querétaro, que es la más antigua de México, a punto de cumplir los 120 años de ir a pie al santuario más visitado del mundo cristiano.

Esta nueva peregrinación será de emigrantes guadalupano quienes recorrerán en bicicleta los 1.200 kilómetros que separan a la ciudad fronteriza de Nuevo Laredo de la Ciudad de México, lugar donde se encuentra la Basílica de Guadalupe.

Según ha dicho el organizador de este esfuerzo –cuya finalidad es reconstruir una capilla antigua situada en Doctor Mora, Guanajuato, y dedicarla a la Virgen de Guadalupe, como patrona de los migrantes mexicanos– el padre Juan García Gudiño, la primera etapa se realizó ayer domingo 11 de julio, en el que a la misa de envío celebrada en la parroquia de Doctor Mora, los peregrinos ciclistas se trasladaron en vehículo hasta la frontera norte, a la Casa del Migrante que se encuentra en Nuevo Laredo, Tamaulipas.

Desde ahí, hoy lunes 12 de julio, inicia la peregrinación en el Monumento al Migrante situado, justamente, en la línea fronteriza que separa la población de Laredo, en Texas, de Nuevo Laredo, en territorio mexicano.

Partiendo de este punto y con paradas en Agua Caliente (Monterrey), Matehuala, San Luis Potosí y Querétaro, la peregrinación se incorporará a la peregrinación diocesana ciclista, para, el domingo, llegar a la Basílica de Guadalupe, junto con más de 50 mil peregrinos, hombres y mujeres de la diócesis de Querétaro.

Según ha dicho el padre García Gudiño, lo que se busca es que la Virgen sea la protectora del migrante, que se renueve la capilla en Doctor Mora y que la peregrinación ciclista sea un llamado de atención sobre las necesidades de los migrantes mexicanos a Estados Unidos, así como un anuncio de que la Iglesia católica los acoge, bajo el manto de Santa María de Guadalupe.

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ZENIT Staff

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