(ZENIT – Roma).- Después de una agresiva campaña de los candidatos Hillary Clinton del partido Democrático y Donald Trump, del partido Republicano, a cuyos programas políticos no le faltan aspectos controvertidos, los electores deciden hoy martes quien será el futuro presidente de Estados Unidos.
Los obispos católicos del país han ofrecido un documento doctrinal titulado “Formando la conciencia para ser ciudadanos fieles”, que representa una orientación en el ejercicio de sus derechos y deberes como participantes en la democracia.
Los obispos advierten entretanto que “este documento es para ser leído en actitud de oración y en su totalidad. Sería un grave error –y un error que se produce con lamentable frecuencia– utilizar únicamente partes seleccionadas de la doctrina de la Iglesia para promover intereses políticos partidistas o validar sesgos ideológicos”.
“Instamos a nuestros pastores, fieles laicos y religiosos, y a todas las personas de buena voluntad, a utilizar esta declaración para ayudar a formar sus conciencias, enseñar a los que están a su cuidado, contribuir al diálogo público cívico y respetuoso, y plasmar opciones políticas en las próximas elecciones a la luz de la doctrina católica”, indica la introducción.
El documento está compuesto principalmente por la declaración adoptada abrumadoramente por los obispos en 2007, además de ciertas revisiones limitadas a modo de actualización.
El documento también se actualiza para tener en cuenta las evoluciones recientes en los Estados Unidos en la política tanto nacional como extranjera:
- La destrucción continua de más de un millón de vidas humanas inocentes cada año por el aborto provocado
- El suicidio asistido por médicos
- La redefinición del matrimonio –la célula vital de la sociedad– por los tribunales, los órganos políticos y cada vez más por la cultura misma de los Estados Unidos
- El consumo excesivo de bienes materiales y la destrucción de los recursos naturales, que dañan tanto al medio ambiente como a los pobres
- Los ataques mortales contra nuestros hermanos cristianos y las minorías religiosas en todo el mundo
- La redefinición más restrictiva de la libertad religiosa, que amenaza tanto a la conciencia individual como a la libertad de la Iglesia para servir
- Las políticas económicas que omiten dar prioridad a los pobres, en nuestro país o en el extranjero
- Un sistema de inmigración defectuoso y una crisis de refugiados en todo el mundo
- Las guerras, el terror y la violencia que amenazan todos los aspectos de la vida y la dignidad humanasConcluyen llamando a los fieles a la oración. “Las luchas que enfrentamos como nación y como comunidad mundial no pueden abordarse exclusivamente eligiendo al “mejor candidato” para un cargo político. Sino rezar y pedir a Dios “que nos dé la capacidad de anunciar eficazmente el Evangelio de Jesucristo a través de nuestro testimonio cotidiano de nuestra fe y sus enseñanzas”.