"Lo que sucede en Honduras es consecuencia de los neopopulismos"

Afirma el director del Observatorio Pastoral del CELAM

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BOGOTÁ, jueves, 9 julio 2009 (ZENIT.org).- El director del Observatorio Pastoral del Consejo Episcopal Latinoamericano, (CELAM), el sacerdote Leónidas Ortiz, afirma que lo que está sucediendo en Honduras es consecuencia de los neopopulismos que se difunden en el subcontinente.
 
«No hay duda que lo que está sucediendo en Honduras –afirma el padre Ortiz– es una clara consecuencia del fantasma de los neopopulismos que está recorriendo toda la región: Chávez en Venezuela, Evo Morales en Bolivia, Ortega en Nicaragua, Zelaya en Honduras y, en menor grado, Correa en Ecuador. Todos ellos, con mayor o menor intensidad, afectos al régimen cubano, que cumplió 50 años bajo la mano dura de Fidel Castro y ahora de su hermano Raúl».
 
En un artículo publicado en la página web del CELAM, titulado «El peligro de los neopopulismos», el director del Observatorio Pastoral da una serie de claves que describen  a estos gobiernos neopopulistas.
 
Se caracterizan, entre otras cosas, por:
 
1. Acceder al poder por el voto popular, ejerciendo un liderazgo de tipo carismático personalista fuerte.

2. Una vez estando en el poder, golpear, de manera sistemática, todas las instituciones que no se plieguen a su voluntad: los medios de comunicación, los sindicatos, el sector empresarial, la Iglesia…

3. Someter a su arbitrio a los demás poderes del Estado: la Corte Suprema de Justicia, la Corte Electoral, el Congreso…

4. Convocar a una Asamblea Nacional Constituyente con el fin de elaborar una nueva Constitución y asegurar su reelección por tiempo indefinido.

5. Mantener posiciones aparentemente nacionalistas y definitivamente antiimperialistas, creando paradójicamente, al interior de su propio país, un régimen autocrático.

6. Intervenir en otros países apoyando grupos, movimientos o partidos afines a su ideología.

7. Rechazar a organismos como la Organización de Estados Americanos (OEA) y la ONU, si no se pliegan a su voluntad. Normalmente estos organismos no se atreven a intervenir en la marcha interna de los países ni tienen las herramientas necesarias, aún cuando se presenten fraudes electorales, cierre de medios de comunicación y actos violatorios a la Constitución nacional.

8. Manejar a su antojo los fondos del Estado con una actitud paternalista, controlando toda la actividad económica del país y pauperizando cada vez más a la población.

9. Crear grupos civiles de choque que atemorizan a la ciudadanía, especialmente a los inconformes y a quienes manifiestan opiniones diferentes a la posición oficial.

10. Darle preponderancia al Ejército, concediéndoles grandes beneficios económicos, lo mismo que prerrogativas en el ejercicio del poder político y dotándolos de un avanzado armamento.
 
Para acceder al artículo completo: El peligro de los neopopulismos

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ZENIT Staff

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