PRETORIA, lunes, 23 agosto 2004 (ZENIT.org).- Un llamamiento especialmente dirigido al personal sanitario a movilizarse contra el aborto ha lanzado la Conferencia Episcopal de Sudáfrica (SACBC) –integrada también por los obispos católicos de Botswana y Swazilandia— al término de su sesión plenaria, según un comunicado del pasado 11 de agosto.
Y es que en Sudáfrica el debate parlamentario sobre la enmienda al proyecto de ley de Opción a la Interrupción del Embarazo «nos desafía una vez más a defender la santidad de la vida humana desde la concepción hasta la muerte, y a condenar el aborto como un grave acto contrario a la ley de Dios», explican los prelados.
El comunicado expresa también una profunda preocupación «por esta propuesta que quiere extender a las enfermeras el derecho a destruir vidas inocentes con todavía más posibilidades de aborto libre».
Constatando «con gran tristeza como 330 mil vidas humanas han sido destruidas desde que la Ley del aborto entró en vigor en 1997», los prelados denuncian «que no hay duda de que el objetivo de la modificación propuesta es incrementar el número de abortos en nuestro país, y como Iglesia deploramos esta ofensiva hacia las vidas de los no-nacidos».
Por ello «la Iglesia católica llama a todo el personal médico católico para que insista en sus derechos constitucionales, en el respeto a la libertad de conciencia y en el rechazo a la cooperación en acciones abortivas», expresa el comunicado de la SACBC, que representa a cinco millones de católicos.
«El derecho a la vida es el más fundamental de todos los derechos humanos en los que se basa la sociedad» y «el aborto es un ataque directo a este derecho básico que no se puede justificar nunca aunque se haga con la intención de proteger o promover otro derecho o valor».
Conscientes del «gran daño causado a las mujeres por el aborto», los prelados recalcan su deseo de ayudarlas para hacer frente a su pérdida y dolor.
«La Iglesia continuará empleando sus propios recursos para asesorar, proteger y atender a las madres solteras y a otras mujeres en crisis por embarazo y situaciones de abuso», declara el comunicado.
Además los obispos cuestionan cómo un país puede regenerarse moralmente si continua ampliando y facilitando la destrucción de la vida no-nacida.
En su apoyo concreto por la vida, la SACBC además ha anunciado que donará una cifra equivalente a 310.000 dólares estadounidenses para financiar programas y iniciativas en la lucha contra el virus del Sida en Botswana y en Sudáfrica. La cantidad se suma a más de un millón de dólares que se han destinado a los proyectos desde comienzos de año.
Los fondos se utilizarán en difundir información, promover programas de prevención y tratar y atender a los infectados, así como apoyar a los afectados por la enfermedad, en particular a los huérfanos –casi un millón en la región–.
El episcopado sudafricano confirma en su comunicado que los proyectos están plenamente operativos y que cuentan con la constante supervisión de trabajadores de la Iglesia.
En el último trimestre del año, la oficina del Sida de la SACBC destinará una cifra algo superior a 1,2 millones de dólares estadounidenses para los proyectos aprobados.
El organismo puntualiza que una cantidad mayor ha sido destinada por la Iglesia católica a la terapia anti-retroviral. De momento, hay 400 personas recibiendo este tratamiento en siete unidades. A partir de septiembre habrá otras tres unidades.
