Obispos mexicanos: “Los pobres no pueden esperar”

Publicado un importante informe sobre la pobreza en México

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CIUDAD DE MÉXICO, miércoles 11 de noviembre de 2009 (ZENIT.orgEl Observador).- La Comisión Episcopal para la Pastoral Social (CEPS) y Caritas Mexicana I.A.P., considerando que es urgente el estudio, la reflexión y el análisis de la pobreza en México, «para asumirla con una nueva imaginación desde la misión de la Iglesia, junto a todos los hombres y mujeres de buena voluntad», ha publicado una importante investigación, bajo el nombre «Los pobres no pueden esperar».

De acuerdo con el análisis de CEPS-Caritas, «la situación de los pobres en México se agrava cada día; los logros que se iban alcanzando en este terreno se pierden en el océano convulso de una crisis financiera global que, como todas las crisis y emergencias, está afectando principalmente a los más pobres y pone en evidencia la cruda realidad de la deshumanizadora pobreza».

«En esta situación, ha escrito en la presentación del libro monseñor Gustavo Rodríguez Vega, obispo de Nuevo Laredo y Presidente de Caritas Mexicana I. A. P., “no podemos menos que apropiarnos el dramático llamado que hiciera el Papa Juan Pablo II, en Santiago de Chile, en 1987: Los pobres no pueden esperar«.

Para la elaboración de esta investigación, los obispos han invitado a colaborar al Centro Lindavista de la Ciudad de México.

«Si la pobreza y la desigualdad amenazan la vida digna de millones de hombres y mujeres en México, no podemos prescindir en la Misión Continental a la que hemos sido convocados para que en Cristo nuestros pueblos tengan vida, de un acercamiento propositivo, dialogante y comprometido, para contribuir a la superación de este flagelo que lastima dolorosamente a millones de personas en nuestra patria», escribió monseñor Rodríguez Vega.

«Con su publicación –subrayó el prelado mexicano– queremos ofrecer un instrumento de trabajo para todas las instancias eclesiales comprometidas con la causa de los pobres, invitándolas a llevar al corazón la palabras del Señor que nos dice denles ustedes de comer (Cf. Mc 6,37) y a preguntarse si lo que se está haciendo, se hace de la mejor manera, en los lugares adecuados, con las estrategias pertinentes y con coherencia evangélica».

Según el obispo de Nuevo Laredo, «la superación de la pobreza es un objetivo que convoca a todos los sectores de la sociedad civil y a las instancias de servicio público que se sienten interpelados ante este drama”.

“Tenemos que unir esfuerzos para alcanzar este objetivo, no podemos hacerlo solos y el mejor camino para lograrlo es el diálogo respetuoso, sincero y comprometido».

El propósito del libro es ofrecer a la sociedad mexicana, a los agentes de pastoral, actores eclesiales y a las autoridades y líderes políticos, un documento serio sobre la pobreza y la desigualdad, basado en un enfoque ético, integral y humanista propio de la Doctrina Social de la Iglesia, que promueva el diálogo crítico y propositivo, de todas las personas, especialmente de los tomadores de decisiones en todos los ámbitos, para impulsar una renovada acción contra la desigualdad y la pobreza en todos los ambientes.

El documento contiene tres apartados, que llevan como hilo conductor el diálogo entre las orientaciones que nos da la enseñanza social de la Iglesia y la escucha de las necesidades reales de nuestras y nuestros hermanos pobres: «Los pobres no pueden esperar: el imperativo desde la enseñanza social», «Una mirada y un oído encarnados y fraternos» y «Emprender juntos un caminar de esperanza y compromiso».

El libro contiene además un CD Interactivo con mapas de las provincias y documentos anexos del estudio titulado “Los pobres no pueden esperar. Un imperativo que llama al diálogo y a la acción”.

Otros objetivos

La elaboración del texto tuvo también como objetivo impulsar una serie de procesos complementarios dirigidos a fortalecer el análisis, la investigación, la reflexión y la acción en torno al tema.

El primero es retomar la Doctrina Social en el análisis de la pobreza. Recoger orientaciones y reflexiones de la Doctrina Social de la Iglesia focalizadas sobre el gran desafío de la pobreza y la desigualdad. Así como la sabiduría de siglos de la tradición y el magisterio de la Iglesia toda.

También, construir una metodología que permitiera realizar investigación y análisis participativo, recuperando conocimiento de la información existente, las experiencias relevantes y considerando la visión de las expresiones de pobreza.

En el marco de este ejercicio de recuperación de voces y experiencias, se realizaron durante 2008 tres talleres presenciales denominados “La pobreza desde las percepciones y las voces de quienes la padecen” en la Provincia de Morelia, en la Provincia de San Luis Potosí y en la Diócesis de Tabasco.

En tercer lugar, desatar un ejercicio de diálogo y búsqueda de consensos entre diversos actores.  Se realizaron reuniones con académicos y especialistas en el tema, así como con  operadores de políticas públicas. Y se espera propiciar a partir de la publicación, el encuentro, el diálogo, la propuesta y la articulación de acciones.

El cuarto objetivo es el de complementar e impulsar la capacidad de las acciones eclesiales en la intervención local para la superación de la pobreza. Despertar la creatividad eclesial en las acciones que buscan intervenir en el combate a la pobreza, no sólo con intuiciones sino también con razones, con un conocimiento que permita una verdadera incidencia.

Por último, se pretende proponer estudios e investigaciones participativas en el futuro cercano sobre pobreza y desigualdad, migrantes, ciudad y campo, empleo y trabajo, entre otros.

Informes recientes dan cuenta de que en México, con una población de 105 millones de habitantes –según el último censo– tiene una población de 60 millones de personas que están cercanas a la línea de la pobreza, y de ellas 19 millones viven en pobreza extrema.

Por Jaime Septién

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ZENIT Staff

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