Jesucristo, don de Dios para todos los pueblos, culturas, tribus y clanes

El obispo de Ebebiyin, la voz de Guinea Ecuatorial en el Sínodo

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Por Nieves San Martín

CIUDAD DEL VATICANO, jueves 18 octubre 2012 (ZENIT.org).- Guinea Ecuatorial es actualmente el único país africano –junto al territorio que se disputan Marruecos y los antiguos habitantes del Sáhara español–, en el que se habla y se enseña en la escuela castellano. El país acaba de celebrar el 44 aniversario de su independencia y, al día siguiente, el 13 de octubre, firmó un importante acuerdo Iglesia-Estado con la Santa Sede. El obispo de Ebebiyin, la principal ciudad de la zona continental del país, intervino en el Sínodo de los Obispos asegurando que es un paso hacia la garantía de la libertad religiosa.

En el Sínodo de los obispos, en la décimoquinta congregación general, el 17 de octubre, el obispo de Ebebiyin Juan Nsue Edjang Mayé, vicepresidente de la Conferencia Episcopal de Guinea Ecuatorial, subrayó, en nombre de esta, “la imperiosa necesidad que tiene la Iglesia, de redescubrir y conocer el mensaje y la persona de Jesucristo, primer Evangelizador por antonomasia, a través de un encuentro personal con él, mediante: la relectura de los Documentos conciliares y del Magisterio eclesiástico, la «escrutatio» de la Palabra de Dios, la presentación gozosa del Mensaje cristiano, la digna celebración de la Eucaristía y demás sacramentos, la caridad, etc”.

“Los cristianos de nuestra comunidad local ecuatoguineana –añadió–, que en su inmensa mayoría se declaran católicos, están convencidos de que Jesucristo, el evangelio de Dios para el hombre, es la verdad clave de vida y el don de Dios para todos los pueblos, culturas, tribus y clanes”.

“La Iglesia, poniendo en marcha su experiencia histórica y las fuerzas pastorales que posee, podrá reavivar de nuevo el entusiasmo de la fe que se apaga en el corazón de los cristianos; y mediante toda su estructura pastoral de medios y de personas, ha de estar presente en los ámbitos de la sociedad para testimoniar la caridad de Dios”.

Signos esperanzadores

“Gracias a la catequesis cristológica, espiritual y acción pastoral, apreciamos, entre otros, ciertos resultados esperanzadores: el aumento de nuevos agentes de pastoral, la restauración y construcción de nuevos templos y demás estructuras parroquiales, así como la firma del Concordato entre el Estado de Guinea Ecuatorial y la Santa Sede; son hechos relevantes que garantizan el ejercicio de la Libertad religiosa, y favorecen los caminos de paz, de justicia y desarrollo integral de las personas”, concluyó monseñor Juan Nsue Edjang Mayé.

Concordato Santa Sede-Guinea Ecuatorial

La Santa Sede y la República de Guinea Ecuatorial firmaron el 13 de octubre, en Mongomo, ciudad fronteriza con Gabón, un acuerdo sobre las relaciones entre la Iglesia Católica y el Estado. El documento se firmó en presencia del presidente de la República Teodoro Obiang Nguema Mbasogo y de numerosas autoridades gubernamentales, según informó una nota de la Sala de Prensa vaticana.

Por la Santa Sede, firmó el arzobispo Piero Pioppo, nuncio apostólico en Guinea Ecuatorial, y por la República ecuatoguineana el ministro de Exteriores Agapito Mba Mokuy.

El acuerdo, que consta de 19 artículos y de un protocolo adicional, entrará en vigor con el intercambio de los instrumentos de ratificación.

“En el ámbito de la independencia y de la autonomía de la Iglesia y del Estado, y en el surco del deseo común de colaboración –dice la nota- se fija el marco jurídico de las relaciones recíprocas”.

“En particular se reconoce la personalidad jurídica de la Iglesia y de sus instituciones –subraya–. El Acuerdo atañe también al matrimonio canónico, a los lugares de culto, a las instituciones educativas y a la asistencia espiritual de los fieles católicos en los hospitales y en los centros penitenciarios”.

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ZENIT Staff

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